¿Caminando a casa sola y percibes una extraña e incómoda sensación de que te están siguiendo? Muchas de nosotras hemos pasado por eso. Ya sea que alguien venga hacia ti desde el frente, costado o espalda, el conocimiento básico de defensa personal puede ponerte en una posición ventajosa para defenderte adecuadamente.

Incluso si personalmente nunca te has sentido en una situación que te hizo sentir físicamente amenazada, tener la seguridad de tus próximos pasos, y lo que puedes hacer para ayudarte a ti misma en caso de que ocurra alguna circunstancia desafortunada, puede marcar la diferencia. A continuación te mostramos algunos movimientos de autodefensa para mujeres que te ayudarán a sentirse capacitada para defenderte en cualquier situación.

1.- Golpe de martillo

Usar las llaves del auto es una de las formas más fáciles de defenderse. Si te sientes insegura mientras caminas por la noche, haz que tus llaves sobresalgan de un lado de tu puño para golpear a tu atacante con el golpe de martillo. Otra forma de usar tus llaves es atarles un cordón para golpear al agresor.

Para ello, sostén tu llavero en un puño apretado, como si estuvieras sosteniendo un martillo, con las llaves sobresaliendo desde un costado de tu mano y golpea con firmeza el objetivo. Para tener el máximo impacto, enfócate en los puntos más vulnerables (ojos, nariz, garganta).

2.- Patada en la ingle

Si alguien viene hacia ti desde el frente, una patada en la ingle puede generar suficiente fuerza para paralizar a tu atacante y brindarte una buena oportunidad de escapar. A tal efecto, estabilízate lo mejor que puedas, levanta tu pierna dominante del suelo elevando la rodilla, extiende tu pierna, lleva las caderas hacia adelante, inclínate ligeramente hacia atrás y patea con fuerza, haciendo contacto en el área de la ingle del atacante. Otro punto vulnerable es la parte inferior de las pantorrillas.

En caso de que el agresor está demasiado cerca, golpea la ingle con tu rodilla; solo asegúrate de estar estabilizada y no correr riesgo de caerte.

3.- Golpe con la palma de la mano

Este movimiento puede dañar la nariz o la garganta. Para ejecutarlo, colócate frente a tu atacante tanto como sea posible, y con tu mano dominante, flexiona la muñeca, apunta a la nariz del agresor, golpeando hacia arriba desde las fosas nasales, o en la garganta.

Esto hará que su atacante se tambalee hacia atrás, lo que te permitirá escapar de su alcance. Como alternativa, un golpe de palma abierta en las orejas puede ser muy desorientador.

4.- Golpe de codo

Si tu atacante está a corta distancia y no puedes conseguir el impulso suficiente para lanzar un fuerte puñetazo o una patada, usa los codos. Para hacerlo, estabilízate y dobla el brazo a la altura del codo, inclina tu peso hacia adelante y golpea con el codo el cuello, la mandíbula, la barbilla o la sien del atacante. Todos estos son objetivos efectivos.

Dependiendo de cómo estés parada cuando te ataquen inicialmente, es posible que estés en una mejor posición para variaciones en el golpe con el codo. Para realizar desde el frente, levanta el codo a la altura de los hombros, gira sobre el pie del mismo lado y permite que sus caderas giren, lo que brinda un mayor impulso al golpe de codo.

Para dar un golpe de codo desde el costado o la espalda, asegúrate de ver el objetivo, levanta el codo y gira el pie opuesto, rotando las caderas y girando hacia el objetivo, haciendo contacto con la parte posterior del codo.

Conclusión

Estos simples movimientos pueden hacer que tu atacante debilite su agarre, se desoriente o desbalancee, permitiéndote huir. Recuerda que las técnicas de defensa personal te permiten proteger y salvaguardar tu integridad.

Si en tu localidad se ofrecen clases de Krav Magá o Muay Thai, considera inscribirte. Si deseas desarrollar fuerza en una situación de alta intensidad y aprender movimientos de defensa personal, considera el Kickboxing o cualquier otra disciplina de artes marciales, como el Kárate.

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