Se podría generalizar que en la actualidad nuestras vidas están inmersas en el sedentarismo, y salvo que seas plomero, carpintero o mecánico de autos, no tienes la “necesidad” de contar con un agarre fuerte. En el entrenamiento de Krav Magá usas tus dedos, tus muñecas, golpeas, desarmas, en fin, requieres manos capaces de abordar eficazmente una situación comprometedora. Siendo así, hacemos una revisión de la importancia que tiene la fuerza de agarre.

¿Por qué mejorar la fuerza de agarre?

En un entorno de clase, donde entrenas principalmente con un compañero relativamente dócil, notarás que movimientos como el desarme de armas tienden a enfocarse en métodos de «abrazar» en lugar de simplemente recurrir a «agarrar» como un medio para retener el control sobre un oponente o un arma.

Hacemos esto por una razón muy simple y lógica: cuanto más cerca abrazas algo de ti, más fricción se genera a través del contacto superficial. Además, es más fácil sujetar algo de forma segura contra ti que tratar de aferrarte a eso con el brazo extendido.

Pero, si alguna vez has estado en una pelea real por tu vida, o incluso si solo haces ejercicios contra un compañero que hace todo lo posible para defenderse o estropear tu técnica, sabrás que sobreviene el caos.

En este escenario, es posible que no puedas mantener esos movimientos de motricidad gruesa finamente ajustados, que accidentalmente pierdas el equilibrio o que el sudor, la sangre o la ropa suelta te haga perder el control sobre tu oponente. Es allí cuando tu instinto te va a llevar a agarrar.

De hecho, agarrar es una reacción humana básica, una que hiciste siendo un bebé cuando agarraste el dedo de tu madre y lo sostuviste. Se trata de un reflejo en gran parte inconsciente y, en términos generales, no es malo, especialmente si eres un escalador que acaba de perder el equilibrio o un alguien que evita que un lunático la apuñale con un cuchillo.

También es lo que te sucede cuando fallas en aplicar una técnica o cuando te emboscan y no tienes tiempo para hacer nada más que poner tus manos para intentar detener lo que sea que se presente en el momento.

Un factor realmente importante

Cuando eso suceda, habrá uno de dos posibles resultados: mantendrás tu agarre el tiempo suficiente para montar una defensa o contraatacar, o descubrirás que tienes la fuerza de agarre de un fideo mojado, lo que no es un buen augurio.

Aunque suscribimos firmemente el concepto probado de que una buena técnica está diseñada para superar la fuerza de un oponente, no significa que no haya necesidad de desarrollar algo de fuerza propia; y en un escenario de autodefensa en el que normalmente tienes que proteger, contraatacar o controlar a un oponente, la fuerza de agarre es un factor realmente importante.

Todo practicante de Krav Magá debe estar consciente de esto, por lo que debe incluir algo de entrenamiento de fuerza de agarre en su programa. Hay una serie de ejercicios que son realmente efectivos para vigorizar la fuerza de agarre, incluyendo las tradicionales torsiones de muñeca hasta el trabajo con cuerdas de combate y el uso de fortalecedores de agarre, pero abordaremos en detalle este tema en una próxima publicación.

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