¿Alguna vez has tenido un nudo en el estómago antes de una pelea de Karate? O tal vez has tenido las manos sudorosas antes de entrar en combate. Esto realmente se debe al exceso de estrés antes de tus competencias, y en la falta de confianza en ti mismo, incluso puede que tengas un poco de miedo. El estrés es una maldición porque te cansa y consume tu energía antes de la pelea, pero además te inhibe, y tu desempeño no resulta relajado. Conoce en este artículo la importancia de la preparación mental antes de un combate.

¿Cómo afecta la falta de preparación mental antes de la pelea?

Te has dado cuenta que no peleas tan bien como en el entrenamiento cuando estás en una competencia. Si con frecuencia te encuentras peleando peor en la competencia que en el entrenamiento, entonces es claro que te afecta el estrés. Por lo tanto, debes seguir algunos consejos de preparación mental para el deporte de combate.

El estrés y el miedo tu peor enemigo

Es muy molesto no poder rendir a tu verdadero nivel en el combate oficial y la pelea es la única vez que realmente importa. Seguramente piensas que has entrenado duro y te esforzaste al máximo antes de la pelea, pero no logras luchar a tu verdadero nivel.
Todo esto ocurre porque estás demasiado estresado.

La única barrera que te impide luchar en tu mejor momento eres tú quien la puso en tu mente. Y si es así, tu peor enemigo es el que está en tu espejo. Seguramente, sientes que lo has intentado todo, pero aún no lo entiendes. Incluso, puede que te haya cruzado por la mente dejar tu deporte y quitarte los guantes.

Sin embargo, lejos de lo que crees, ten la seguridad de que este problema es demasiado común. La preparación mental en los deportes de combate funciona de maravilla para resolver este tipo de problemas. Muchos luchadores lamentan algunas de sus derrotas, y la atribuyen a la debilidad mental. En casos contrarios, otros le dan crédito de sus victorias a sus mentes.

¿Qué es el estrés en el combate y cómo dejar de sentirlo?

El estrés es una brecha entre el nivel de combate que tu mente se ha creado, así como la falta de nivel de combate que necesitas para derrotar a tu oponente. En otras palabras, te estresas cuando no te sientes preparado para el desafío que te espera.

Notarás que cuando se trata de estrés, todo es cuestión de percepción, percibirte fuerte o no. Percibir al adversario como fuerte o no.

Para restaurar este desequilibrio, existen 2 soluciones:

  • Tienes que verte mejor
  • Debes percibir a tu oponente mucho más débil

La segunda solución es una opción, puedes reconsiderar efectivamente el nivel de juego de tu oponente. De esta forma podrás darte cuenta de que eres capaz de vencerlo. Sin embargo, los expertos favorecen la opción 1, para percibirse mejor. La historia y el deporte nos han demostrado una y otra vez que David puede vencer a Goliat y que un oponente nunca debe ser subestimado.

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