Es un hecho de la vida que a medida que envejecemos sufrimos una disminución de nuestras capacidades físicas y cognitivas. Pero los resultados de un estudio científico nos muestran que el entrenamiento de Kárate puede ayudarnos a combatir los efectos del envejecimiento al mejorar nuestras capacidades cognitivas, fuerza, equilibrio y flexibilidad ya en declive.

Sobre el estudio

El estudio (Comparing the effectiveness of karate and fitness training on cognitive functioning in older adults—A randomized controlled trial), estuvo compuesto por 89 hombres y mujeres con una edad promedio de 70 años.

En general, los participantes gozaban de buena salud cuando iniciaron el estudio y fueron asignados al azar en tres grupos: un grupo de control y dos grupos de intervención (grupo de Kárate y grupo de fitness), quienes participaron en estas actividades durante 5 meses.

Al culminar estas intervenciones, los investigadores encontraron en los participantes practicaron Kárate una mejora significativa en la reactividad motora, la tolerancia al estrés y la atención. Además, los resultados de un estudio secundario mostraron mejoras adicionales después de 10 meses.

Los investigadores señalaron que la práctica continua de Kárate continuaría mostrando beneficios a favor de una disminución general del envejecimiento observado en las personas que tienen un estilo de vida marcado mayormente por el sedentarismo.

¿Combatir el envejecimiento con Kárate?

El entrenamiento de Kárate por su naturaleza es amplio y variado, por lo que los beneficios son de gran alcance. Los jóvenes suelen ser llevados a clases de Kárate por razones que giran en torno a la disciplina, el desarrollo de la atención, la formación de estrategias contra el acoso, la autodefensa y, finalmente, la aptitud.

A medida que envejecemos, nos volvemos más fuertes mentalmente, menos temerosos de la confrontación y más preparados para defendernos, pero vemos un deterioro físico asociado al envejecimiento, independientemente de nuestra destreza en el ejercicio.

Una clase típica de Kárate implica una breve meditación, un calentamiento, estiramientos, ejercicios, trabajo en pareja, kata, más estiramientos y una breve meditación final. Se ha demostrado sólidamente que las personas que entrenan regularmente observan un impacto tremendamente positivo respecto al equilibrio, la flexibilidad, la fuerza, la coordinación y mejoras cognitivas en general.

¿Es la edad una barrera para practicar Kárate?

El entrenamiento de Kárate se puede adaptar a cualquier grupo de edad, condición de salud, dimensiones corporales y habilidades físicas y mentales generales.

El Kárate no es un deporte de equipo, cada participante va su propio ritmo y su avance no depende de la progresión de otra persona. Por ello, fácilmente se puede estructurar un programa de entrenamiento hecho a medida para adaptarse a un estudiante mayor sin atentar contra los principios, fundamentos y el corazón del Kárate.

Ten presente que esta disciplina trata del arte de la autodefensa, y la primera línea de autodefensa es contra la enfermedad y el deterioro de tu propio cuerpo.

El Kárate por diseño es adecuado para ayudar con muchos problemas provocados por el envejecimiento, y esto probablemente será más fácil de aceptar para un nuevo estudiante de cincuenta años que para un estudiante que se entrenó en un estilo dinámico cuando era más joven.

Si vienes al Kárate como un nuevo estudiante en un cuerpo mayor, pronto aprenderás a dejar ir cualquier ego que te exija rendir más allá de tus capacidades. Recuerda, nunca se es demasiado mayor para empezar a aprender Kárate.

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