Japón tiene una orgullosa tradición de artes marciales. Entre las muchas disciplinas de origen nipón las más importantes y conocidas incluyen el Kárate, el Aikido, el Judo, el Kempo y el Kendo. De estos, el Kendo es un arte marcial interesante, ya que en lugar de lanzamientos, agarres y movimientos cuerpo a cuerpo con un oponente, se enfoca en el uso de espadas, por lo que muchos le consideran un arte marcial emocionante y diferente de aprender.

Técnicas fijas y patrones

La práctica del Kendo es muy formulativa y se basa en kata, técnicas fijas y patrones utilizados en el entrenamiento por los espadachines de la antigüedad. Kata enseña los principios básicos del manejo de la espada, tanto en el ataque como en el contraataque.

Por lo general, estos principios se enseñan usando espadas de práctica de madera (bokken; similares a las que se usan en el Aikido), antes de que el estudiante se gradúe en el uso del shinai tradicional. Las técnicas más básicas de kata son shikake-waza (iniciar un golpe) o oji-waza (responder a un intento de golpe). Dominar estos movimientos requiere tiempo y paciencia, ya que la confianza, la eficiencia y la velocidad, así como la resistencia y el estado de alerta, se van acumulando poco a poco.

Con mucha frecuencia, el Kendo utiliza la debilidad del oponente, ya sea física o mental, contra él mismo, y cualquier vacilación o inseguridad en sus ataques se explota sin piedad en un contraataque. Los kendoka expertos también usan ataques sorpresa con gran efecto, o lanzan un ataque mientras su oponente se concentra en su propio ataque.

Otra técnica es atacar justo después de un ataque (fallido) de tu oponente, mientras todavía se está recuperando después de su ataque. Como tal, en el Kendo la conciencia es muy importante, al igual que la capacidad mental para pensar rápidamente y prever las acciones de tu oponente. Además de los movimientos de ataque, también se enseñan contraataques y respuestas a los ataques, la mayoría de los cuales se distinguen por su agresividad.

Kendo: una mezcla de lo antiguo y lo contemporáneo

El Kendo es un arte marcial basado en tradiciones pasadas. Sin embargo, también es un deporte muy moderno. Es esa mezcla de lo antiguo y lo contemporáneo lo que lo convierte en un arte marcial muy dinámico. La práctica de esta arte marcial es de ritmo muy rápido y activo, y su perfeccionamiento requiere de resistencia y habilidades físicas, así como un buen sentido de conciencia.

También se necesitan habilidades mentales como la disciplina, el autocontrol y el pensamiento rápido, al igual que un espíritu de lucha. Del mismo modo que la mayoría de las artes marciales japonesas, al estudiante de Kendo también se le inculca un sentido de humildad, superación personal y conciencia de sí mismo.

Aunque no es tan conocido como sus primos Aikido y Kárate, el Kendo es un arte marcial emocionante y diferente para aprender. Aunque muchos lo consideran más un deporte, esta disciplina se rige por una auténtica filosofía de arte marcial.

El Kendo es de ritmo rápido, por lo que es perfecto para aquellos que quieren probar algo diferente, divertirse y ponerse en forma. Aunque puede llegar a ser difícil, todo lo que se requiere del novato es entusiasmo, espíritu de lucha y energía; el resto se desarrollará con el tiempo.

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