¿Es el Krav Magá un arte de defensa personal para todos? En realidad, son muchas las ventajas que te ofrece este sistema de combate mano a mano. Este es ideal para todo tipo de persona, sin importar su edad, género, condición, altura ni contextura del cuerpo. Todos pueden aprender técnicas que les permitan defenderse de un ataque físico o amenaza, aprovechando las zonas vulnerables del agresor.
Esto es lo que básicamente te ayuda a lograr el Krav: a responder de forma efectiva a una agresión sorpresiva y saber contraatacar.
Qué necesitas para aprender krav Magá
Solo requieres de ganas y disposición para aprender krav Magá. No necesitas conocimientos previos de artes marciales ni excelente condición física para iniciarte en este camino del “combate de contacto”.
Se trata de un método que te ayuda a responder con velocidad y funcionalidad ante los escenarios probables en los que tu vida puede correr peligro.
Otra pregunta que seguro te estás haciendo es si se trata de un arte marcial. Pues no lo es. Es un sistema de tácticas defensivas, diferente a las artes marciales que siguen métodos y series que deben seguirse al pie de la letra, como los katas o “formas” y los movimientos.
Con el krav Magá aprenderás técnicas variadas de diferentes disciplinas como jiujitsu, lucha, boxeo y judo, que te permiten:
- Defenderte con rapidez.
- Dominar con facilidad técnicas de autodefensa.
- Repeler agresiones, incluso con atacantes armados.
- Conocer tus ventajas y sacar provecho de tu contextura física, edad y género para ponerte a salvo.
- Usar las mejores estrategias posibles para librarte de peligros.
La filosofía del mano a mano
Imi Lichtenfeld creó en la década de los ’40 esta disciplina de autodefensa personal. Durante 20 años el Krav fue de uso y aprendizaje exclusivo de las fuerzas militares de Israel. Hoy está al alcance de cualquier persona, luego de que desde 1970 comenzara a ser enseñado a la sociedad civil, permitiendo su expansión en el mundo.
En la actualidad, el método tiene 7 niveles que van desde los golpes básicos hasta la utilización de armas blancas y de fuego.
El entrenamiento te enseña a recibir un golpe y contraatacar, valiéndote del aumento de tu fuerza física, concentración y reflejos. Te ayuda a pulir tu capacidad de respuesta, intuición y rapidez de tus movimientos. Te enseña también a actuar en el mundo real, a lograr mayor confianza y a defenderte de agresores mediante patadas, golpes, codazos, proyecciones, puños, manotadas, cabezazos o rodillazos.
¿Dónde ir?
Para aprender el combate de contacto necesitas asistir a clases de krav magá una o dos veces a la semana en algún gimnasio, escuela o academia de artes marciales. En seis meses puedes aprender y dominar las tácticas básicas.
Para sentirte a gusto con este método es importante que te tomes el tiempo para ubicar una escuela o instructor de Krav que responda a tus expectativas. Hay academias que se enfocan en el entrenamiento fuerte, con un estilo más agresivo, más dirigido a la preparación de personal de seguridad como policías, guardaespaldas y militares.
Otras escuelas ofrecen clases por grupos segmentados (mujeres, niños, adolescentes, adultos mayores) y otros tienen estudiantes mixtos en cada turno. Sin duda, se trata de una disciplina de gran ayuda para todos.