Si eres un practicante de artes marciales, ya sea que te lo tomes muy en serio o lo mantengas casual, las lesiones representan un riesgo que está siempre presente. Como muchas disciplinas utilizan grupos musculares similares, hay algunas lesiones que son más comunes que otras. A continuación damos un repaso por las lesiones más comunes en las artes marciales y cómo prevenirlas.

Lesiones más comunes en las artes marciales

Para todo artista marcial es importante saber qué tipo de lesiones puede esperar, y con ello, tener presente cómo evitarlas mejor en el futuro. Las siguientes son algunas lesiones comunes que puedes esperar, ya sea entrenando por diversión y fitness o con el objetivo de convertirte en el campeón mundial.

Moretones, cortes y raspaduras

Este tipo de lesiones menores suelen ocurrir, especialmente durante los combate. Cuando bajas la guardia y te relajas mientras enfrentas a un oponente, incrementas la posibilidad de sufrir este tipo de lesiones leves.

Hay muchas formas en las que puedes reducir las posibilidades de sufrir estas lesiones menores. En principio, e independientemente del tipo de arte marcial que practiques, asegúrate de utilizar la técnica adecuada. Así mismo, verifica que tu equipo de protección se ajuste correctamente, esto te ayudará a disminuir traumatismos como rozaduras, hematomas y quemaduras por contacto.

Oreja de coliflor

Esta lesión ocurre cuando hay un traumatismo contundente en el oído. Durante el proceso de curación, la oreja puede arrugarse y doblarse sobre sí misma, lo que le da su nombre a este tipo de lesión. La oreja de coliflor es una lesión dolorosa que puede resultar en pérdida temporal de la audición, dolores de cabeza y más, razón por la cual los cascos protectores son tan importantes como medida preventiva.

Durante el combate, el contacto con los oídos debe protegerse con mucho cuidado. Si bien perfeccionar tu guardia es la mejor defensa, puedes reducir el riesgo de que tus compañeros sufran esta lesión asegurándote de que tus guantes estén en buenas condiciones y de no realizar ningún golpe ilegal en el costado de la cabeza.

Distensión de la ingle

Muchas artes marciales incorporan patadas como técnica central, lo que puede dejar abierta la posibilidad de sufrir una lesión en la ingle. La distensión en la ingle se produce por un desgarro o rotura muscular en uno de los músculos de la ingle, lo que puede llevarte a experimentar dolor o sensibilidad en la ingle, espasmos musculares y tensión.

Dado que este tipo de lesiones suele ocurrir debido a la falta de un calentamiento y enfriamiento adecuados, un excelente método de prevención es simplemente asegurarte de que tu cuerpo se caliente y de que estires los músculos antes y después de la práctica.

Lesiones en los isquiotibiales

De manera similar a las distensiones de la ingle, las lesiones de los isquiotibiales ocurren cuando los estudiantes se tiran o desgarran un tendón de la corva mientras realizan patadas altas, por ejemplo.

Aunque los estudiantes pueden intentar forzar a sus cuerpos a realizar técnicas que están más allá de su nivel de habilidad, la gravedad de las lesiones de los isquiotibiales se puede reducir mediante estiramientos. El entrenamiento cruzado también puede ayudar a desarrollar resistencia y fuerza en estos músculos, especialmente a través de ejercicios cardiovasculares rigurosos.

Fractura por estrés

Las fracturas por estrés son algunas de las lesiones más comunes en los deportes. Son pequeñas grietas dentro de un hueso y son causadas por la exposición a una fuerza repetitiva. Con relativa frecuencia, esta lesión se observa en corredores, pero dada la intensidad de los deportes de combate, esta lesión también afecta a los practicantes de artes marciales.

El tratamiento generalmente se centra en el reposo y puede tardar hasta ocho semanas en sanar. Para prevenir las fracturas por estrés, es importante que no te fijes metas poco realistas que, en última instancia, pueden dañar tu cuerpo; incluye entrenamiento cruzado y detente una vez que note algún tipo de dolor.

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