Hoy en día existen infinidad de cursos de defensa personal que por lo general aseguran que la persona aprenderá a pelear mediante la implementación de técnicas aprendidas en clase. Pero ¿todo lo que se dice al respecto es real? Para ayudarte, aquí despejaremos algunas dudas relacionadas con el tema. 

Mitos sobre la defensa personal

Entre los mitos más comunes están:

  • Los entrenamientos de defensa personal no son efectivos

Esto lógicamente se trata de un mito difundido por quienes no han llevado una correcta preparación. Un correcto entrenamiento con técnicas efectivas es útil, siempre y cuando la persona se encuentre  preparada mentalmente para defenderse, sabiendo dejar a un lado las emociones que solo se presentan en dichas situaciones.

  • Con los entrenamientos de defensa personal ganarás todas las peleas

Contrario al anterior pero igual de errado, ya que dependiendo de las circunstancias hasta el más preparado puede perder, claramente a mayor preparación disminuyen las posibilidades de caer, sin embargo hay que considerar factores como la fuerza y entrenamiento de nuestro adversario, así como las condiciones del enfrentamiento.  

  • No hacen falta golpes para defenderse

Es claramente un mito, sobre todo si el adversario te supera en tamaño. Para bloquear a tu adversario muchas veces requerirás de fuerza y golpes. Puedes realizar movimientos que controlen a tu agresor y te alejen de recibir uno, pero tiene más efectividad y te dará chance de huir, el proporcionar golpes certeros a sus zonas más débiles. 

  • Aprender artes marciales basta para defenderse

 

No es lo mismo un combate en cancha, que un ataque en la calle bajo situaciones impredecibles y que tenga armas involucradas. Es cierto que las técnicas son útiles, pero la defensa personal en realidad es muchísimo más compleja y está libre de las reglas que contemplan las artes marciales per se. 

Realidades sobre la defensa personal

Ls realidad puede ser muy diferente. Lo ejemplificamos así:

  • La mejor pelea es la que se evita

Claramente hay que saber elegir las peleas y hay veces en las que resulta más seguro dejar que te atraquen y se vayan, antes de comenzar una pelea en las que se tienen todas las de perder. Factores como desarmar a tu atacante o verse involucrado en una pelea con más de un agresor son impredecibles y lejos de favorecernos pueden voltear la situación en nuestra contra.

  • Consecuencias legales

Atacar a una persona puede tiene consecuencias legales y si sales triunfador puedes verte afectado por multas, indemnizaciones, o incluso situaciones en corte por las que nadie quiere atravesar. Sin embargo, la defensa propia es diferente a atacar  pero esto eebe demostrarse.

  • Los golpes que propicias pueden lesionarte

Un buen golpe en las costillas o en la barbilla puede fracturar tus nudillos, y es que en la vida real no cuentas con instrumentos que te sirvan de protección.

  • Enfrentamientos  reales como entrenamiento 

Actualmente hay sistemas especializados que resultan efectivos ante un enfrentamiento real, con origen militar y que han sido diseñados específicamente para combates reales; pero requieren de entrenamiento constante y más allá del aspecto motriz, entrenamiento mental. 

Las personas tienen una idea errada de lo que es la defensa personal, la forma correcta de entenderla abarca todo un contexto, no basta con aprender movimientos, se trata de un entrenamiento integral que con práctica constante puede incrementar las posibilidades de que salgas airoso de una situación. 

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