Probablemente, has experimentado que cuando te encuentras entrenando a un nivel exigente repentinamente escuchas en tu mente esa voz negativa diciéndote “si sigues así vas a estar adolorido mañana” o “ya es suficiente, vamos por una papas fritas”, y antes de que te des cuenta, estás cuestionándote si tu esfuerzo vale la pena. Esa nefasta voz y sus innumerables excusas pertenecen a algo conocido como el «crítico interno».

¿Cómo puedes vencer a tu crítico interno?

La mala noticia es que todos tenemos un crítico interno que constantemente intenta evitar que logremos nuestras metas. La buena noticia es que es totalmente posible evitar que se apropie de sus sesiones de entrenamiento. De hecho, la capacidad de superar la resistencia mental es, en gran parte, lo que marca la diferencia entre ser un luchador promedio de un excelente luchador.

No es la única voz en tu mente

Una de las formas más rápidas de vencer a tu crítico interno es darte cuenta de que no es la única voz que suena en tu cabeza. El dominio del crítico interno es la zona de confort y se enfada mucho cuando intentas salir de ella. Esta voz se enfoca en la comodidad, en las recompensas a corto plazo y tiende a expresar sus opiniones lo más alto posible.

Pero si escuchas atentamente, encontrarás que hay otra voz interna muy diferente, a la que algunos se refieren como tu espíritu, la cual te anima a seguir esforzándote y su mensaje es que eres perfectamente capaz de hacer lo que sea que te propongas hacer. Si bien tu crítico a veces alza su voz, te sorprenderás de lo mucho que puedes bajarle su volumen al simplemente hacer una elección consciente para no concentrarse en él.

Imagina cómo sería

Si te cuesta ignorar a tu crítico interno, al menos recuerda que no hay necesidad de tomártelo tan en serio. Una forma poco convencional pero divertida de lograr esto es crear una imagen mental de cómo sería esa vocecita neurótica si fuera una persona.

Podrías imaginarla como un niño malcriado, un personaje grotesco, un payaso descalabrado o la imagen que te parezca más ridícula. De esa manera, cuando aparezca a mitad de tu entrenamiento para insistir en que estás “cruzando los límites”, puedes recordarte a ti mismo que su opinión no tiene ninguna importancia. Esta práctica también te facilitará desafiarlo en esos momentos en que se vuelva particularmente insistente.

Desafía a tu crítico interno

Aunque pocos lo admitimos o incluso estamos conscientes de ello, todos estamos hablando constantemente con nosotros mismos. Para nadie es sorpresa que este tipo de diálogo interno no suele ser un buen augurio cuando se trata de objetivos de salud y fitness a largo plazo. Pero cuando aprendes a desafiar a tu crítico, ese diálogo interno comenzará a cambiar hacia algo más positivo.

Al desafiar a tu crítico y minimizar su “presencia” te demuestras a ti mismo que ese diálogo interno conformista y vacilante no merece tu atención, y cuanto más impongas un pensamiento interno positivo, más instintivo se volverá y más fácil te resultará llevar conscientemente a tu crítico a las sombras donde pertenece.

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