Más que cualquier otro arte marcial de defensa personal, el aikido es un arte de no violencia. Para definirlo en pocas palabras, el aikido es la búsqueda de la armonía. Por lo tanto, su objetivo final es restablecer el equilibrio y la paz. Conoce 5 técnicas filosóficas de Aikido para mejorar.

5 técnicas filosóficas de gestión de Aikido

Más allá de las técnicas de combate, hay un lado filosófico muy presente en este arte marcial, y puedes aplicarlas tanto a la práctica en el tatami, como a tu vida personal, pero no solo eso, las técnicas filosóficas del aikido se prestan perfectamente a la gestión.

Construyendo juntos

En Aikido, no hay noción de adversidad, no hay noción de competencia. Solo el socio y el colectivo. La filosofía detrás de este arte marcial aboga por el equilibrio y la paz. Su creador, Morihei Ueshiba, tuvo el profundo deseo de compartir con sus discípulos, quienes posteriormente se convirtieron en socios y esta filosofía de ayuda mutua y prosperidad mutua ha perdurado hasta hoy.

En el tatami, no hay tú ni el otro, solo somos “nosotros”. La práctica es bajo un ambiente de buen humor, de ayuda mutua, de aprendizaje, y de mejoras, etc.

Humildad y benevolencia sobre todo

En el dojo, no hay noción de riqueza, no hay vínculos jerárquicos, no hay persona por encima de las demás. Todos, desde el cinturón negro hasta los principiantes, están allí para practicar, mejorar y encontrar el equilibrio y la paz interior.

Se requiere humildad y benevolencia en el tatami: nadie está allí para obtener la ventaja sobre el otro, nadie está allí para ver cómo el otro hace mal su movimiento y se ríe a sus espaldas. Los cinturones negros se complacen en practicar con principiantes, darles consejos y al mismo tiempo perfeccionar el conocimiento de su arte, enseñando a otros. Al practicar un movimiento, los socios alternan entre las posiciones de atacantes y defensores.

Respeto a uno mismo y respeto a los demás

Para respetar a los demás, es esencial comenzar por respetarse a sí mismo. En Aikido, al igual que en otras artes marciales, el respeto está presente en una parte importante de la práctica de sus técnicas filosóficas. Las artes marciales incluso han desarrollado la noción de etiqueta, que es difícil de describir en pocas palabras.

La etiqueta es:

  • Deja tu zori (sandalias) en el borde del tatami y súbete descalzo.
  • Saluda a la foto del fundador cuando subas al tatami y salúdalo cuando bajes.
  • Saluda a tu maestro antes del comienzo de la lección.
  • Saluda a tu compañero al comienzo y al final de cada movimiento.
  • Asegúrate de tener siempre un kimono limpio y úsalo bien: sin sartén que sobresalga, un nudo de cinturón bien hecho, un hakama bien atado, etc.

Un agudo espíritu de toma de decisiones

La práctica en la lucha, se basa en diferentes ataques de compañeros. Incluso si están codificados y se trabaja en uno específico para el movimiento, el practicante siempre debe permanecer atento y enfocado en su entorno, para anticipar de dónde vendrá el ataque.

También debe demostrar el análisis de la situación y la rápida toma de decisiones.

Por lo tanto, el Aikido ayuda a desarrollar reflejos vivos, a estar atento al entorno y a tomar la mejor decisión posible en el menor tiempo posible. En el dojo, el statu quo, el aplazamiento de la toma de decisiones significa tantos golpes de boken en la cabeza.

Adaptarse para tener éxito

Otra técnica filosófica de Aikido, es animar a los practicantes más avanzados y a los cinturones negros a entrenar con principiantes. Esto se hace, simplemente porque los obliga a adaptarse constantemente al otro: a su tamaño, su constitución, su experiencia, su carácter y porque se aprende tanto de un compañero experimentado como de un compañero principiante.

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