El karate en España como deporte marcial tiene una historia muy interesante y relativamente reciente que se remonta a unos 60 años atrás. 

Es una disciplina que atravesó tiempos muy difíciles,  pero estos fueron superados gracias al trabajo realizado por personalidades y organizaciones, entre las que se encuentran la Federación Española de Karate

Orígenes del karate-do en España

Los primeros pasos de este arte marcial en el siglo pasado incluyeron persecución y prohibición en España. Muchos alumnos aprendieron las técnicas y katas a la sombra, sin academias establecidas ni posibilidad de acceder a la bibliografía necesaria. 

Solo mencionar que se era karateca era sinónimo de penalización. Todo esto empezó a cambiar a partir de los años 60, con ayuda del judo y la lucha.

Precisamente, antes de aparecer el karate en España, el judo ya se había abierto camino gracias al auspicio de la Federación Española de Lucha. Ambas disciplinas (el judo y la lucha) tenían conexiones entre los militares, empresarios y políticos de los ‘50 y ‘60. 

Así que solo tomó un tiempo a que el karate-do comenzara a ser también respetado  como deporte marcial

Primer golpe: superar la censura

El karate-do se inició colándose entre las prácticas de los militares del alto mando español y reconocidos personajes que eran judocas y luchadores. De esta manera, fue superando la censura existente y captó la atención del público en exhibiciones abiertas. 

La historia del karate en España y el advenimiento años después de la Federación española de karate vino de la mano de dos judocas reconocidos: Manuel Palacios y Luis Zapatero.

El mayor empuje ocurrió entre 1965 y 1970, con la llegada al país de maestros coreanos, japoneses y de otras naciones del Oriente. La mayoría se concentró en Barcelona y en Madrid donde iniciaron las enseñanzas del karate en los gimnasios de judo. 

En ese tiempo, el karate seguía sometido a gran control y vigilancia gubernamental y no contaba con una entidad federativa independiente. Hasta 1968 estaba dentro de la Federación de Judo, como parte del Departamento Nacional de Karate.

El primer campeonato de karate

La historia institucional del karate-do comenzó a cambiar el 2 de mayo de 1970 durante el  1er Campeonato de España de Kárate, celebrado en Madrid. 

A la cita concurrieron las personalidades y autoridades de entonces, entre ellas, el Rey de España Don Juan Carlos. Durante la entrega de los trofeos, los karatekas competidores intercambiaron impresiones con el Príncipe de España, quien como detalle curioso, era cinturón negro 2º dan. 

A partir de allí con el creciente apoyo que fue ganando el deporte marcial, no tardó mucho para que se consolidara y se creara una organización independiente que defendiera a este deporte de manos vacías

Creación de la Federación Española de Karate

Tras un tiempo separado definitivamente de la Federación Española de Judo, se constituyó finalmente la Federación Española de Karate. Ello sucedió el 7 de abril de 1978 agrupando a 65.000 federados.

En 1980, durante el 1er Campeonato del Mundo efectuado en Madrid, el equipo español de kumite masculino logró la primera medalla de oro, junto con otras dos preseas doradas, una plateada y cinco de bronce. 

Desde entonces, el karate en España continuó un avance indetenible como deporte consumado y de práctica masiva. 

Hasta hoy ha seguido sumando laureados karatecas que son referencia mundial y que han convertido a España en potencia mundial del karate.

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