La crianza de los hijos puede ser un desafío, especialmente cuando se trata de adolescentes, ya que es una compleja etapa del desarrollo en la que los jóvenes pueden ser influenciados fácilmente por otros, y muchas veces no de la mejor manera. Con esto en mente, hacemos una breve revisión de cómo las artes marciales pueden favorecer el desarrollo de los adolescentes.                    

Todo debe ser rápido

Las estadísticas muestran que entre las principales causas de muerte entre adolescentes de 13 a 19 años en el periodo 1999 – 2006, las lesiones no intencionales (fallecimientos por accidentes de conducción, intoxicación, ahogamiento, descarga de arma de fuego) registraron un 48 por ciento; 13 por ciento por homicidio, 11 por ciento por suicidio, y un 7 por ciento por causas de salud (cáncer, enfermedad cardiaca y otras).

Para el año 2013 se registró una baja en el índice de fallecimientos por lesiones no intencionales, registrando un 40 por ciento. No obstante, se observó un ligero aumento en la tasa de fallecimientos por homicidio, pasando de 13 a 14 por ciento, y un significativo incremento de 6 puntos en los registros de suicidio, alcanzando un preocupante 17 por ciento.

Estamos viviendo una era de redes sociales, teléfonos inteligentes y una alta velocidad en la resolución de tareas, y nuestros hijos solo siguen este vertiginoso ritmo de vida en el que todo debe ser rápido. Pero la vida no es así, el aprendizaje y la experiencia requieren cierto tiempo para poder adquirirlos.

En la actualidad, nuestros niños y adolescentes son “entrenados” para no esperar, pasar a otra tarea y a otra y de esa manera nunca lograr mucho. Todo esto está conduciendo ahora a una crisis de identidad y a una peligrosa tendencia depresiva.

Adolescentes y artes marciales: una fuerza para el bien

Los adolescentes deben estar bien adiestrados para ser buenos miembros de nuestra sociedad, necesitan aprender que cada quien debe correr su propia carrera y que obtener algún reconocimiento o estatus social no tiene ninguna relevancia si no hay una contribución al bienestar de la sociedad.

En muchas escuelas de artes marciales, los maestros enfatizan palabras poderosas en las se debe recapacitar como respeto, honor, humildad, gratitud e integridad. Todos necesitamos tener un propósito, algo que quieras hacer; y no nos referimos a atrapar al Pokémon más genial. Eso podría ser algo que quieras hacer, pero no algo para lo que vivas, que es tu propósito.

Como adolescente, tienes que sopesar todo lo que haces y tener en cuenta tu objetivo final, ya sea convertirte en médico o artista, tener tu propio yate o acabar con el hambre en el mundo.

Sea el que sea, tienes que fijarte un objetivo final y todo lo que hagas ahora lo harás teniendo esa meta como tu propósito a alcanzar. Por supuesto, eres muy joven y aún no necesitas saber lo que quieres hacer, pero debes darte cuenta de que todo lo que hagas en el presente incide directamente en tu futuro.

Cuando los jóvenes ingresan al mundo de las artes marciales, ya sea practicando Kárate, Taekwondo, Jiu Jitsu, Judo o cualquier otra disciplina, no solo desarrollan habilidades físicas y destrezas de combate o defensa, también se les inculca buenos modales y la idea de que todos son importantes y que su papel en nuestra sociedad es una fuerza para el bien.

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