La mayoría de las personas en el mundo son diestras y esto es igualmente cierto en las artes marciales. Por eso, si eres un luchador zurdo, las cosas pueden volverse un poco solitarias. Predominantemente, los adversarios que enfrentes los harán desde la postura diestra, al igual que tus compañeros de entrenamiento y muy probablemente tus entrenadores. Pero antes de pensar que pudiera ser una condición inconveniente, te mostramos algunas consideraciones que todo zurdo debe tener.

La ventaja del zurdo

Mucho se habla de la ventaja que tiene un luchador zurdo y la razón es bastante simple. Un artista marcial zurdo pasa mucho más tiempo luchando contra los diestros que cualquier otro luchador ortodoxo. Además de esa mayor experiencia, durante el fragor del combate, los golpes y patadas lanzados por un zurdo llegarán desde ángulos opuestos a los que el boxeador diestro está acostumbrado.

Por largo tiempo, esto ha causado que muchos luchadores diestros tengan “objeciones” para pelear contra zurdos, y hasta hace algunos años, no era extraño ver a zurdos aprender a pelear como derechos para poder asegurar peleas, lo que tiene sentido, ya que al igual de cualquier otra cosa, cuanto más prácticas, mejor te volverás.

Curiosamente, las estadísticas muestran que ni los zurdos ni los diestros tienen más éxito. Pero tanto los luchadores zurdos como los diestros tenían más posibilidades de ganar contra los adversarios diestros que los zurdos.

En mejor posición

Luchar contra zurdos, específicamente luchar en la posición abierta (diestro vs zurdo) es significativamente diferente a luchar en la posición cerrada (diestro vs diestro o zurdo vs zurdo). Las oportunidades disponibles son completamente diferentes, por lo que, como zurdo, necesitas las técnicas, tácticas y estrategias adecuadas para hacer frente a esa diferencia.

En una pelea de zurdo contra diestro, el peleador que mantenga su pie delantero en el exterior tiene la ventaja posicional. Por ello, un zurdo procura esta posición frente a su oponente diestro; al hacer esto, puede alinear su hombro trasero y pie trasero (es decir, su golpe trasero y patada trasera respectivamente) directamente con la línea central de su oponente, acortando el camino de sus golpes.

En un combate de postura abierta, los cuerpos de los luchadores están mucho más abiertos a los golpes desde la parte trasera, lo que hace que obtener este ángulo menor sea absolutamente crucial.

Con una configuración adecuada, podrías convertir ese ángulo menor en uno mayor si puedes girar hacia la derecha hasta el lado izquierdo de tu oponente. En una pelea, idealmente querrás estar detrás de tu oponente, pero suele ser difícil de hacer, así que esta es la mejor opción.

Mayor arsenal

Una de las tácticas más comunes que verás en tus oponentes diestros es su esfuerzo por girar hacia tu derecha. Ellos también están tratando de obtener ese ángulo dominante del que hablamos antes.

Una excelente manera de disuadirlo de hacer esto es la patada giratoria hacia atrás. Si logras lanzar esta patada, lo más probable es que la pelea termine; al menos hará que tu oponente lo piense dos veces antes de intentar rodearte.

Es importante que sigas agregando más herramientas a tu arsenal, pero una de las cosas más importantes que como zurdo debes dominar es la “doble amenaza”, específicamente tu patada recta trasera y la patada circular trasera.

Puedes hacer que el inicio de estas técnicas se vea increíblemente similar, y dado que nuestra reacción defensiva se basa en cómo leemos el inicio de las técnicas, puedes engañar fácilmente a tu oponente diestro para que piense que uno es el otro.

Finalmente, no olvides que el gran angular hace que sea difícil para el luchador diestro bloquear todos los golpes y patadas sin tener que cambiar constantemente la guardia. Por ello, golpear arriba, abajo y alrededor con ambas manos y piernas desde todos los ángulos, definitivamente te dará una ventaja.

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