Tradicionalmente, y por asuntos religiosos, las mujeres tienen prohibido subirse al dohyô un espacio sagrado, porque podrían contaminarlo. Esto nos permite recordar que la tradición sintoísta a la que está vinculado el sumo, ha considerado siempre a las mujeres impuras. Pero en la actualidad, aunque el sumo es tradicionalmente un arte marcial masculino, el sumo femenino amateur existe e incluso se vuelve cada vez más popular en Japón. Veamos cómo se ha desarrollado.

El sumo: un deporte masculino hasta hoy

De acuerdo a lo que conocemos como historia del Sumo, es una disciplina que ha seguido siendo un deporte típicamente masculino hasta hoy, estando particularmente vinculado a la práctica de las artes bélicas en una cultura patriarcal. Fue durante mucho tiempo, que a las mujeres ni siquiera se les permitió asistir a las peleas. Y sin embargo, los primeros rastros de sumo femenino  “onna sumo” se remontan al año 500 DC.

En el siglo XVIII, las mujeres también practicaban sumo en burdeles, en batallas entre prostitutas y ciegos. Esta actividad, cuya función era principalmente distraer a los hombres, fue considerada inmoral y prohibida en 1926.

El sumo femenino cada vez más popular

Sin embargo, desde 1997, el sumo ha estado abierto a las mujeres de una manera más formal. Desde entonces se organizan reuniones internacionales con categorías de peso, como aficionadas, pero.sin connotación divina.

Estas deportistas se someten a un entrenamiento tan estricto y riguroso como sus homólogos masculinos. Y están decididas a obtener el mismo reconocimiento profesional que los hombres, a pesar de los prejuicios que todavía son tenaces, en particular con respecto a lo físico. Esto ratifica una verdadera carrera de obstáculos en una sociedad todavía muy machista. En la actualidad, solo hay una mujer por cada 300 hombres de sumo en el nivel junior, pero es un número que ha ido aumentando constantemente.

Las mujeres aún no pueden participar legalmente en la liga profesional japonesa dividida en 6 torneos principales. Sin embargo, el primer Campeonato Mundial de Sumo Femenino que reúne a 17 países se lanzó en Hirosaki, en la prefectura de Aomori, en octubre de 2001. Luego, en abril 2013, se celebró el Primer Torneo Internacional de Sumo Femenino en Sakai, la Prefectura de Osaka. Estos son eventos que constituyen un avance importante en la aceptación de las luchadoras de sumo al más alto nivel.

Sumo en los Juegos Olímpicos

Otro elemento significativo que finalmente podría pesar decisivamente en la balanza para que el sumo pueda reconocerse oficialmente, como un deporte legal para el público femenino, es que la Federación Internacional de Sumo hace grandes esfuerzo para ver la disciplina como parte de los Juegos Olímpicos.

En paralelo con el sumo sagrado tradicional, también alienta la práctica femenina. Incluso si las mujeres aún están lejos de poder pisar el dohyô sagrado de la arena Ryogoku Kokugikan, dominio de los dioses.

Todavía es sorprendente notar que en términos sagrados, y las principales religiones de Japón, las mujeres son sistemáticamente marginadas y consideradas impuras. Por lo tanto, si las autoridades están listas, así como los luchadores para cambiar esta mentalidad, sería  finalmente favorable. Por lo que el sumo femenino entonces si pudiera tener un futuro brillante.

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