Si has estado practicando algún tipo de arte marcial y estás ansioso por encontrarte a alguien en un bar o en la calle con una actitud belicosa para poder demostrar tus nuevas habilidades, tal como lo haría el protagonista de una película, lamentamos desilusionarte, pero los preceptos legales de la sociedad moderna antagonizan con esas esa pretensión; y en caso fuera justificado hacerlo, posiblemente tengas que demostrar que actuaste en defensa propia legal.

Son muchos los reportes de incidentes en los que los practicantes de artes marciales han empleado lo que consideraban como defensa propia legal, solo para descubrir que tuvieron que probar su afirmación en un tribunal de justicia. Por lo tanto, sería prudente entender cómo abordar una situación tensa de modo que todos tengan claro que tienes el control y que actúas de manera responsable.

Pautas de la defensa propia legal

Probablemente te decepcione comprender que la mejor manera de lidiar con una situación de autodefensa legal es evitarla por completo. Ten presente que la base de todas las artes marciales es la autodisciplina. De hecho, muchos estilos no aceptan a estudiantes que no demuestren «rectitud moral». Sobre esta base, la primera habilidad en cualquier situación tensa es mostrar disciplina y seguir estas pautas:

1.- Evita el uso de defensa propia, incluso legal

En toda situación que suponga un conflicto, la primera consideración que debes tener es alejarte, eso te ahorraría lidiar con las consecuencias, y no tomes esto acto de cobardía, recuerda que se necesita más fuerza para resistirse a un conflicto que involucrarse.

2.- De ser posible, reacciona inesperadamente

Algunos estilos de artes marciales se benefician de actuar de una manera que confunde al oponente. No decir nada, por ejemplo, significa que la situación no tiene nada de qué alimentarse y es muy probable que toda la confrontación se esfume. Sonreír, reír o hablar un galimatías absoluto también puede confundir al agresor y difuminar la situación. En fin, nunca respondas a amenazas o insultos.

3.- Ofrece una advertencia

Si te resultó imposible evitar la confrontación, debes dar una advertencia antes de cualquier conflicto, si puedes. Tu instructor puede ayudarte en este sentido, pero es importante decir algo como “tengo que advertirte, practico artes marciales y todo lo que haga será puramente en defensa propia”. Esta advertencia debes hacerla con calma y claridad, de esta manera, la advertencia en sí misma podría ser una amenaza suficiente para poner fin a la situación.

4.- Permite que el oponente haga el primer movimiento

Una forma segura de demostrar la defensa propia legal es que los testigos noten que no fuiste tú quien lanzó el primer puñetazo. Por supuesto, esto es algo que habrás aprendido en tus lecciones, pero asegúrate de esquivar el ataque y evitar lesiones.

Conclusión

Más que tus destrezas de lucha, mantener el control y la disciplina en una situación tensa muestra tu verdadera habilidad en las artes marciales. No olvides que el uso de la autodefensa legal implica comprender las posibles repercusiones, incluida la participación policial.

Recuerda, tu licencia de artes marciales infiere la responsabilidad de practicar la autodefensa legal, eso significa hacer todo lo posible para evitar o disipar una confrontación y luego, si es necesario, controlar la situación.

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