Si eres como la mayoría de las personas, probablemente esperas no encontrarte nunca en un escenario en el que requieras defenderte. Pero desafortunadamente, las cosas no siempre están bajo tu control. Lo mejor que puedes hacer es visualizar posibles escenarios de autodefensa en los que podrías verte envuelto.  A este fin, hacemos una revisión de 3 escenarios comunes de autodefensa para los que debes estar preparado.

Escenarios para los que debes estar preparado

Es más fácil visualizar todas tus opciones cuando no estás bajo la influencia de la presión y el apremio ligado a las confrontaciones de la vida real. Cuando repasas los posibles escenarios en tu cabeza, reaccionas mejor en situaciones reales en lugar de sentirte abrumado y congelado. Algunos de estos escenarios son:

El chico duro borracho

Este es uno de los escenarios para los que debes estar preparado más comunes, particularmente para los hombres jóvenes. Te lo estás pasando bien en un bar o en una fiesta y alguien se concentra en ti por cualquier motivo. Estos enfrentamientos suelen estar motivados por sentimientos de envidia y celos.

Independientemente de la razón, la intención es arruinar tu velada. Sin embargo, no tienes que permitir eso. La confianza ayuda mucho a la hora de prevenir y evitar este tipo de enfrentamientos. Cuando proyectas confianza, es menos probable que la persona te ataque, ya que saben que probablemente te defenderás.

Como regla general, debes hacer todo lo posible para evitar un enfrentamiento físico. Los amigos del atacante podrían saltar sobre ti o los guardias del lugar podrían pensar que eres el alborotador y echarte. Eso puede terminar conduciendo a una situación más peligrosa si luego te encuentras fuera del establecimiento con el atacante.

Es muy importante que te comportes de manera apropiada en estos escenarios; para que quede claro quién es el agresor, expresa claramente tu preferencia por una solución pacífica. Habla con calma, firmeza y hazles saber que quieres que te dejen en paz.

Si tienes que salir e ir a otro lugar, está bien. Haz todo lo que puedas para alejarte de la situación antes de que las cosas pases al plano de la agresión física. Recuerda, nunca dejes que tu ego se apodere de ti.

El ataque sigiloso

Algunas personas andan por ahí buscando excusas para lastimar a los demás y tienden a meterse con personas que no son conflictivas. Este tipo de personas son extremadamente cobardes, así que no esperes una pelea justa con ellos.

Lo que debes comprender es que ese atacante quiere tomarte con la guardia baja y, por lo general, se argumentarán las cosas más tontas. Por eso es importante que establezcas límites personales cuando interactúes con los demás.

Cuando una persona muestra signos claros de agresión, debes estar preparado para reaccionar de forma adecuada. No te dejes engañar por la persona que espera a que bajes la guardia. Recuerda siempre que las cosas pueden volverse físicas, independientemente de lo tonto que creas que es una confrontación.

En estos casos, mantén los pies separados y en estado de alerta cada vez que se te acerque. Tus manos deben estar hacia arriba frente y no descansando a los lados. Si la persona invade tu espacio personal, debes involucrarte de inmediato y luego decidir si es mejor continuar con tu ataque o huir.

Nunca dejes que alguien que te está confrontando viole tu espacio personal. Hace que la persona se sienta más segura de que podrá dominarte físicamente y te pone en una mala posición para defenderte. La mayoría de los agresores cambiarán de opinión si sienten que estás listo para responder.

El asaltante de poca monta

Estos delincuentes examinan su entorno en busca de las víctimas más fáciles. Apuntan a la anciana que camina a casa sola, al señor que camina encorvado o a la jovencita solitaria.  Estas personas no representan necesariamente un alto nivel de peligrosidad para ti, ya que solo quieren llevarse tus cosas.

Puedes reducir el riesgo de ser blanco de estas personas si te sientes seguro y consciente de tu entorno. También debes tratar de evitar cosas que te pongan en situaciones en las que podrías encontrarte con un atracador.

No es ningún secreto que a los atracadores les gusta elegir lugares aislados donde no haya transeúntes que puedan ayudarte. Por esa razón es recomendable que planifiques tus actividades diarias de forma en que evites, en la medida de lo posible, estar en esta situación.

Si terminas siendo víctima de una persona así, lo mejor es cooperar y darles tus cosas. No tiene sentido luchar contra la persona si todo lo que se necesitas para deshacerse de ella es entregar algo de dinero.

Nunca se sabe cuándo llegará el día en que tendrás que defenderte. Por eso, entrenar artes marciales orientadas a la defensa personal de forma regular es la mejor manera de asegurarte de saber qué hacer en estos y muchos otros escenarios.

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