A veces, por diversas y variadas razones, algunos estudiantes de Kárate no asisten al entrenamiento con la frecuencia deseada. Si este es tu caso, ten presente que nunca es demasiado tarde para regresar a clases y asumir seriamente tu compromiso con aquello que te motivó a iniciarte en la disciplina. Las siguientes, son 5 razones que te motivarán a no perderte ningún entrenamiento de Kárate u otras artes marciales.

1.- Para progresar debes asistir

El undécimo precepto del libro “Los veinte principios rectores del Karate-Do” de Gichin Funakoshi, señala: “El Kárate es como el agua hirviendo, si no se da calor se enfriará”. En otras palabras, es con la práctica constante que puedes progresar. Muchos karatekas entrenan con entusiasmo y luego se distraen perdiendo el beneficio de su aprendizaje y terminan alejándose gradualmente. No permitas que tu pasión se venga a menos y recuerda que para progresar, debes asistir.

2.- Optimiza tu condición física

Entrenar regularmente te permitirá optimizar tu condición física fortaleciendo aspectos como tu resistencia, fuerza, agilidad, velocidad, equilibrio y sincronización, lo que te ayudará a progresar más rápido en tu arte. De hecho, la práctica de artes marciales mejora la tonificación muscular de todo el cuerpo, y en consecuencia, le da un impulso a tu salud y bienestar.

3.- Aprenderás mejor lo que te han enseñado

Cuando en las clases se trabaja un tema técnico o un principio dado, tu sensei suele hacer un breve “resumen” en la siguiente clase. Pero esto no es un curso de “repetición” ni de “recuperación” para quienes no asistieron a la sesión anterior, sino parte del proceso de recordar lo que se ha establecido. Si no repasas lo que te han enseñado, simplemente no estarás integrado y será a expensas de tu progreso.

4.- Siempre te sientes “genial” después de un buen entrenamiento

Si te sientes agobiado por las dificultades y tensiones de tu rutina diaria, es posible que encuentres cualquier excusa para faltar al entrenamiento; pero cuando te motivas y asistes a clases, al salir tendrás una recompensa y confirmarás que ese esfuerzo extra realmente valió la pena, ya que te sirvió para despejar tu mente, liberarte de los pensamientos negativos y concentrarte en tu disciplina favorita. Tener un momento para ti mismo fuera de tus compromisos laborales, académicos, sociales o familiares también será bueno para ti.

5.- Es una oportunidad de compartir

Es bastante probable que lo que impulsó a abrir la puerta del Dojo por primera vez sea otra, pero a lo largo de los años te diste cuenta que disfrutas de discutir, charlar y practicar con personas que comparten la misma pasión que tú es realmente asombroso; y es que la práctica del Kárate –y de las artes marciales en general– también tiene una dimensión social significativa.

En conclusión, debes asegurarte de estar un poco mejor cada día y seguir el “camino”, lo que implica una búsqueda de por vida. Hay un dicho japonés que ilustra bien esta premisa: “aprender haciendo significa empujar un carro hasta la cima de una colina. Si dejas de empujar, todos tus esfuerzos serán en vano”. Entonces, ¿estás listo y motivado para no perderte más ningún entrenamiento?

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