Considerado como el rostro de una nueva generación de karatekas franceses, Steven Da Costa aspira a cumplir su promesa en los Juegos Olímpicos de Tokio. El joven de 24 años, que ganó el oro en el evento masculino de -67 kg en el Campeonato Mundial de Kárate de 2018, se dirige a Tokio como una de las principales esperanzas de Francia para conquistar medalla en el debut del Kárate como deporte olímpico.
Da Costa, conocido como el Petit Prince (principito) del Kárate, forma parte de una delegación olímpica francesa de karatekas que incluye a la atleta de Kata Alexandra Feracci y Leila Heurtault, quien competirá en Kumite femenino en la categoría de -61 kg.
Oro en la mira
Después de años de arduo trabajo y dedicación al deporte, y de ganar una serie de títulos en las categorías junior y senior, en el Campeonato Europeo de Kárate 2021 realizado en marzo en Croacia, obtuvo bronce en el Kumite masculino -67 kg, Da Costa está desesperado por sumar a sus logros algunos “metales preciosos” en las olimpiadas de Tokio.
Al respecto, el prometedor karateca comentó: “Estoy emocionado de ser parte de este evento, por primera vez en la historia. Es cierto que será un momento especial porque se trata de algo inédito, por lo que ganar cualquiera de estas medallas en los Juegos Olímpicos es el Santo Grial para mí y para cualquier karateca del mundo”.
Una dura competencia
Si bien subir al podio y ganar una medalla será algo especial, el objetivo de Da Costa es ganar el oro y para eso se está preparando. A tan solo días antes de la Ceremonia de Apertura de Tokio 2020, Da Costa, quien nació en Mont-Saint-Martin, cerca de la frontera franco-belga, está listo para una dura competencia, pero insiste en que no le teme a nadie.
“Todos los clasificados son capaces de ganar en mi categoría o, al menos, subir al podio. Así que tendré que estar listo cuando llegue el momento. El viaje de clasificación ha sido tan duro y tan largo que todos los luchadores que estarán en Tokio son miembros del top 10 mundial”.
Da Costa sabe que para subir al podio olímpico tendrá que romper la mala experiencia que ha tenido en Tokio: cada vez que ha competido en la ciudad, ha salido con las manos vacías.
Fortaleciendo valores
El respaldo de su familia seguramente le servirá de estímulo nuevamente en Tokio. El Campeón del Mundo 2018 es hijo del renombrado entrenador Michel Da Costa, mientras que su hermano mayor Logan ha ganado títulos internacionales en Kumite -75 kg y su hermano gemelo Jessie se está forjando un nombre en Kumite -84 kg. Aunque ninguno de sus hermanos se clasificó para los Juegos Olímpicos, estarán allí en espíritu para apoyar a Steven en la búsqueda de la gloria olímpica.
“No sé qué puede marcar la diferencia, pero de una cosa estoy seguro: entreno mucho y trato de mantenerme concentrado durante la pelea. Pero más allá del aspecto competitivo, en estos Juegos Olímpicos tenemos la oportunidad de desarrollar un arte marcial que reúne valores como el honor, el respeto, le tradición y el altruismo, los cuales demuestran que el Kárate es una universidad de vida”.