Aunque nunca esperamos o deseamos pasar por situaciones que ameriten responder a un ataque, eso no quiere decir que no debamos estar preparados. Con el Krav Magá podemos aprender a defendernos.
El Krav Maga es un método de combate cuerpo a cuerpo, que te permite alejarte del peligro y la violencia sin necesidad de blandir armas. Desarrollado en Israel, este sistema de defensa personal aporta herramientas para que actúes con total claridad en diferentes escenarios. ¿Qué necesitas saber para iniciarte en la práctica del Krav Magá? Sigue leyendo que aquí te lo explicamos.
5 claves para comenzar en el Krav Magá
Ante situaciones de peligro, nuestro instinto natural es salir corriendo. Y esto no es malo. Es la respuesta más inteligente en muchos casos para evitar un acto de violencia. Así lo subraya Matan Gavish, uno de los instructores de Krav Magá más reconocidos en los Estados Unidos.
Sin embargo, cuando no es posible huir inmediatamente, es aquí donde esta forma de autodefensa ayuda a dominar técnicas simples y movimientos estratégicos para escapar más fácilmente.
Toda persona que desee aprender esta disciplina debe tener en cuenta estas 5 claves para iniciar el entrenamiento.
Asiste a una clase antes de inscribirte
Si no tienes idea de con qué te encontrarás, es mejor que acudas a una clase y veas en vivo de qué se trata. Así sabrás si te gustará y qué tan lejos quieres ir.
Tómate tu tiempo para conocer a los instructores, el tipo de alumno que acude al centro, si tienen grupos que buscan algo específico como quemar más calorías que otros, qué credenciales tiene la academia, etc.
Prepárate porque sudarás
Muchas personas pueden creer que el krav magá, como un arte de defensa personal no competitivo, no requiere de ejercitación intensa ni de algún tipo de preparación especial.
Debes tener en cuenta lo que te espera en una clase y que es importante que te hayas alimentado y dormido lo suficiente desde el día anterior para tener energía y soportar la intensidad de la clase. Créenos, sudarás y te sentirás cada vez mejor.
Busca ropa cómoda
Cada clase implica una buena dosis de calentamiento, flexibilidad, coordinación y ejercicio integral.
Así que busca con antelación ropa cómoda que absorba el sudor (como los tejidos de algodón) y que permita que tu piel respire. Puedes usar pantalones cortos o largos, lo importante es que no restrinjan tus movimientos.
Toma más agua
No dejes en casa tu botella de agua. Tampoco una toalla limpia para secarte en la clase. A lo largo del día, antes y después de entrenar, mantén tu atención en la hidratación.
Un batido proteico o una comida ligera pueden ayudarte 30 minutos antes de la clase para tener más resistencia y fuerza muscular.
Organiza tu horario
Después de la clase de krav magá, sobre todo cuando eres principiante, seguramente amanecerás al día siguiente con los músculos, cuello, brazos y piernas con dolor. Esto es normal porque es un tipo de entrenamiento con varios grados de intensidad.
Lo mejor es que trates de descansar lo suficiente mientras te adaptas a la dinámica. Es importante que no faltes a tus clases. Tus instructores pueden ayudarte a ir acondicionando gradualmente tu cuerpo mientras aprendes golpes y técnicas.
En conclusión, lo largo de las clases conocerás cuáles son los puntos débiles del cuerpo humano y cómo acertar movimientos efectivos y rápidos con tus puños, pies, codos, rodillas y otras partes del cuerpo.
Zafarte de un intento de estrangulamiento o de un agarre por detrás son algunas de las técnicas que dominarás con práctica y en poco tiempo. Un saco de entrenamiento, puede ayudarte a enfocarte mejor en tus movimientos de autodefensa.