Para los que todavía no se inician, el karate y el judo pueden parecerles similar porque sus practicantes usan kimono y las peleas se llevan a cabo en un tatami. Sin embargo, las similitudes terminan ahí, porque las diferencias entre estos dos deportes son muchas más. Conoce cuáles son las diferencias entre Karate y Judo.

Diferencias entre Karate y Judo

Estas dos artes marciales japonesas son deportes de combate, pero son muy diferentes. Revisemos un poco la diferencia que existe en esas dos disciplinas en cuenta a origen, filosofía, equipamiento y combate.

Origen

KARATE: encuentra su origen en China, pero se ha desarrollado y mejorado ampliamente en Japón, lo que lo convierte en un arte marcial japonés. Con regularidad se atribuye a Gichin Funakoshi la creación del karate moderno, incluso si ya existía mucho antes.

JUDO: fue creado en 1882 por Jigorō Kanō en Japón. El objetivo era transformar el ju-jitsu (deporte clásico de combate) en una disciplina que integrara una gran parte de la educación del cuerpo y la mente.

El judo enseña una cierta cantidad de valores importantes, que indudablemente seducen a los padres.

Los valores son los siguientes:

  • Cortesía
  • Coraje
  • Sinceridad
  • Honor
  • Modestia
  • Respeto
  • Autocontrol
  • Amistad

Estos valores son más importantes que la técnica en judo en sí, y el respeto y la confianza en tu oponente son esenciales para que la pelea sea lo más fluida posible.

Equipamiento

KARATE: el equipo básico para la práctica es simple: un kimono y un cinturón. El color del cinturón indica, como en el judo, el rango del luchador: desde el blanco para principiantes hasta el negro para los más experimentados, pasando por amarillo, naranja, verde, azul y marrón.

Es importante destacar que en grandes competiciones se asigna un color a cada luchador (azul o rojo), en este caso usan el color del cinturón asignado.

En la competencia, los atletas necesitan guantes, protectores para los pies, un protector bucal y un caparazón, siendo la mayoría de las veces obligatorio. Los niños se protegen con un casco y un protector para el pecho, además del resto de los equipos mencionados.

JUDO: el kimono es un poco más pesado y grueso que el del Karate. Los cinturones funcionan de manera similar, con un color por nivel, siendo el negro el nivel máximo (1ᵉʳ dan o más). A diferencia del karate, el Judo no se necesita equipo de protección.

El equipamiento básico del judoka también es muy simple: un kimono y un cinturón.

Peleas

KARATE: primero debes saber que hay dos tipos principales de peleas: peleas clásicas (kumite) y kata y que el karate usa golpes con pies o manos.

  • Katas: son una coreografía cuyo objetivo es reproducir una pelea sin adversarios reales, siguiendo el plan predefinido.
  • Peleas clásicas: puede durar entre 1 y 3 minutos, dependiendo de la competencia. También debes saber que hay categorías de peso y que las peleas no son mixtas.

JUDO: el kata también existe en Judo, pero no en forma de competencia. Las competencias se llevan a cabo solo a través de peleas clásicas. Al igual que en el karate, los atletas se clasifican por edad, peso y género, pero el judo se practica solo con agarres.

Puntuación

KARATE: la puntuación de los puntos dependen mucho de la competencia. Generalmente se trata de respetar lo mejor posible la regla fijada al comienzo del torneo, ya sea precisión, tacto o respeto por los objetivos autorizados. El equipo cuenta los puntos de árbitros presentes alrededor del tatami.

JUDO: también hay una gran similitud en el conteo de puntos con respecto al karate. Sin entrar en detalles demasiado técnicos, es posible sumar puntos (ventajas) o perder (penalizaciones) dependiendo de las acciones del competidor en el tatami.

Penalizaciones

KARATE: como en la mayoría de las artes marciales, también hay penalizaciones que pueden hacer que se pierdan puntos. Puedes perder una pelea debido a una simple penalización, por lo tanto, la sangre fría es una parte esencial de los grandes campeones.

JUDO: también se imponen penalizaciones en caso de negativa a luchar, ya sea francamente o por relativa pasividad.

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