La defensa personal no es propiamente un arte marcial ni un deporte de combate, realmente se trata más de autoprotección. En teoría, la autodefensa se inventó para permitir a las personas más vulnerables enfrentar situaciones de peligro físico, como mujeres y adultos. Pero también es posible combinar este objetivo con el fortalecimiento muscular. Esta práctica de forma regular en personas adultas, es muy conveniente. Veamos qué impacto tiene la practica de defensa personal en personas mayores.

¿Qué esperar de la defensa personal en personas mayores?

Entre el deporte de combate y el arte marcial, la defensa personal resulta una práctica muy completa, que no es tan difícil como parece y es apropiada para practicar a cualquier edad, pero con ciertas limitaciones para personas de la tercera edad, por supuesto.

No todos los movimientos de una práctica de defensa personal requieren una gran flexibilidad o una fuerza excepcional. A priori, todas las personas a cualquier edad, pueden desarrollar un poco de músculo al practicar la defensa personal. Pero tampoco se debe esperar resultados milagrosos en desarrollar gran musculatura y adoptar una elevada condición física a cierta edad avanzada, ya que esta práctica no se trata de impartir sesiones de cardio, pesas o abdominales.

Sin embargo, gracias a las técnicas de relajación y respiración que se enseñan durante la defensa personal, una persona de la tercera edad estará más tranquila, serena y menos estresada. Puede desarrollar equilibrio, reflejos y quemar calorías y especialmente, puede sentirse más segura a la hora de un ataque callejero. Una persona de cierta edad avanzada puede ganar tono, reflejos y firmeza con una práctica regular de defensa personal, que lo ayude a defenderse eventualmente.

En muchos lugares aplican la práctica de un sistema coherente de autodefensa dirigido a adultos de edad avanzada que presentan menos tono, flexibilidad y capacidades cardio-musculares que una persona más joven. Es una práctica que busca ahorrar energía para lograr la máxima eficiencia en este tipo de personas. Por lo tanto, generalmente se excluyen las técnicas de fuerza, proyecciones, puñetazos o patadas por encima de la rodilla que podrían causar fracturas.

Diferencia entre arte marcial y defensa personal

El arte marcial está ligado a una tradición, a una cultura, es jerárquico y emplea una práctica ritual, la autodefensa es innata en todos los deportes de combate y artes marciales, se practica en cualquier lugar y no tiene rango. Mientras que las artes marciales imponen un ideal técnico que el practicante se esfuerza por alcanzar, la autodefensa elige en las artes marciales y los deportes de combate, las únicas técnicas consideradas eficaces por los profesionales de la seguridad, adaptadas luego a las posibilidades de cada uno.

Contraindicaciones para practicar defensa personal

En una clase de defensa personas para personas de la tercera edad, se supone que el profesor debe adaptarse a la estructura, la condición física y la edad de las personas que siguen su curso. La idea es que las personas de más edad puedan saborear las diferentes disciplinas y técnicas de defensa personal, sin hacerse daño. Sin embargo, es importante que una persona mayor que desee practicar defensa personal, pueda hablar con su médico antes de comenzar la práctica. En este caso, un certificado médico también puede ser requerido por el profesor.

Las únicas contraindicaciones reales para la defensa personal son el uso de prótesis, problemas cardíacos y enfermedades óseas. La autodefensa por lo tanto, se basa en técnicas que, en su mayor parte, son alcanzables por todas las edades, incluso niños.

Finalmente, el estiramiento, los ejercicios de relajación, el trabajo sobre el equilibrio y la autoconfianza que genera la práctica de defensa personal en personas mayores, solo pueden ser beneficiosos cuando el cuerpo envejece.

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