¿Es el karate un buen aliado para la defensa personal? ¡Por supuesto! Más que un arte marcial, esta disciplina es un sistema de autodefensa. No hay limitantes cuando se desea potenciar la velocidad, el conocimiento y la práctica para aprender las bases de autodefensa. Así que este entrenamiento físico es un SÍ que debes considerar desde ahora.
Cómo se convirtió el karate en un sistema de autodefensa
El karate continúa siendo considerado un arte marcial, solo que también se conoce como un mecanismo de autodefensa. La asociación de ambos términos proviene de la década de los 70’s, justo en la época en que surgieron las películas de combates orientales. Desde allí, muchas personas querían capacitarse en esta disciplina para convertirse en superhéroes.
Sin embargo, a medida que la práctica de este arte marcial comenzaba a ser difundida a nivel mundial, los motivos para iniciarse en un entrenamiento karateca cambiaron de manera drástica. Más allá de conseguir los beneficios integrales a nivel de salud, los practicantes ahora deseaban aprender las mejores técnicas de defensa personal.
A partir de allí, el karate se convirtió en un mecanismo de autodefensa. Hoy por hoy, es una herramienta de aplicación física que te enseña un conjunto de conocimientos, habilidades, técnicas y actitudes anatómicas. Las cuales te permiten como practicante karateca, actuar, saber qué hacer y, lo más importante, predecir situaciones de agresión, riesgo o conflicto.
El propósito de esta fusión entre términos es reforzar y potenciar tu autoestima. Además, promover la autonomía física, mental, emocional y personal. En pocas palabras, esta disciplina como método de defensa personal te capacita para que salgas airoso de situaciones de peligro. A su vez, aprendes a usar tu energía para defenderte.
Control de emociones para una mejor defensa personal
Esta disciplina se evoca, principalmente, en la autodefensa personal. Son muchos los propósitos específicos y generales que se pretenden conseguir. Entre ellos, identificar los puntos débiles del cuerpo humano para utilizarlos a favor durante un combate.
De igual modo, aprendes a tomar las mejores decisiones en circunstancias de riesgo. Para esto, se enfoca en estudiar, usar y gestionar de forma correcta las emociones, los procedimientos mentales y funcionales. Además de esto, consigues la adquisición de aptitudes que te capacitan para tratar los problemas de tu día a día.
El éxito del karate como sistema de autodefensa personal en las circunstancias de la vida diaria, no está condicionado por la perfección en que se ejecutan los movimientos. Sino por aprender a gestionar los elementos internos como el autodominio, el estado de ánimo, la serenidad y el espíritu. En sí, los cambios se realizan desde nivel interno.
No hay límites para practicar el karate como mecanismo de defensa
Para practicar esta disciplina marcial y aprender a defenderte personalmente, no hay limitación alguna. Cualquier persona que desee, sin importar edad, tamaño y género, puede comenzar su formación karateca. Sea a temprana edad o, de hecho, en edad adulta.
El momento de comenzar a capacitarte en defensa personal es ahora.