¿Qué podría resultar si mezclas la filosofía, las artes militares, de defensa, la vocación de enseñar y la paz como bandera?  El resultado sería el Aikido ocamino de la energía y de la armonía”.

Esta disciplina fue creada por Morihei Ueshiba, uno de los más respetados Dai-sensei o “Gran Maestro” de las artes marciales. Se le considera una inspiración para quienes buscan aprender defensa personal sin herir a otros ni buscar la derrota del oponente.

Infancia y juventud de Ueshiba 

El creador del aikido fue filósofo, militar y maestro. Nació en Japón, en Tanabe (Wakayama) en 1883, dentro de una familia de campesinos con linaje samurái.  Fue prematuro y toda su juventud enfrentó problemas de salud y debilidad.

Su padre Yoroku Ueshiba tenía negocios de madera y pesca, y solía enfrentar a los corruptos y a los mercenarios. Su madre fue Yuki Itokawa. Desde pequeño aprendió a ser un hombre respetable, exigente consigo mismo y con fuerte sentido del deber en el bushido, o “Camino del Guerrero”.

Su destreza en las artes marciales fue un largo camino. Se entrenó con los mejores maestros de entonces: Tozawa Tokusaburo, Nakai Masakatsu y con Kiyoichi Takagi

Contrajo matrimonio en 1902 con su gran amiga Hatsu Itokawa. Formó parte del ejército imperial japonés donde demostró fuerza física, a pesar de su imagen débil. 

Inicios del aikido 

Luego de hacer vida militar, y de salvarse de varias emboscadas mortales con técnicas evasivas de manos vacías y autocontrol, recibió su título de instructor en  1927.

En Tokio fundó su primer dojo denominado «Kobukan», lo que le permitió alternar la vida de granja con la enseñanza de técnicas defensivas y no de ataque. Escogía personalmente a sus discípulos, así que no cualquiera entraba a su escuela. Su nivel de perfección le permitía hacer sutiles movimientos para evadir estocadas y todo tipo de golpes. Con un solo dedo podía inhabilitar a un atacante. Incluso se afirma que podía escapar de una lluvia de balas. 

El Gran Maestro llegó a experimentar el sumi-kiri, algo que en japonés se traduce como “claridad de mente y cuerpo”. Esto indica que tenía un conocimiento pleno de las fuerzas del universo y que condensó en el aikido. 

A partir de 1960 recibió gran reconocimiento de la realeza y de las fuerzas militares. El Aikidō fue el resultado de sus conocimientos de Judo, Jiu-jitsu y otras disciplinas como  Yagyū Shingan-ryū, Yagyū Shinkage-ryū, Daitō-ryū y Tenjin Shin’yō-ryū

3 frases famosas de Ueshiba

Su pensamiento fue sintetizado en varios libros que te resultarán interesantes si te gustan las artes marciales y buscas conectarlas con tu espíritu pacifista. Entre ellos están “Budo: enseñanzas del Fundador del Aikido” (1996) y “El arte de la paz” (2002). De este último tomamos tres frases que seguro te encantarán:

  • “El verdadero guerrero es invencible porque no lucha con nadie. Vencer significa derrotar la idea de disputa que albergamos en nuestra mente”.
  • “Herir a un oponente es herirte a ti mismo. El arte de la paz es controlar la agresión sin producir daños”. 
  • “Examinar, competir y criticar a otros te debilita y te derrota”.

Ueshiba murió en 1969 debido al cáncer de hígado. Fue sucedido por su hijo Kisshomaru Ueshiba en sus enseñanzas. Fue un hombre ganado a la paz y muy respetado por ir en contra de todo tipo de violencia. 

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