Podemos llevar una vida pacífica y evitar situaciones potencialmente de riesgo. Sin embargo, esto no garantiza que no sea necesario estar preparados. Si te preocupa tu integridad física y emocional aprende defensa personal.

Ya sabes que no es recomendable caminar por callejones oscuros ni salir a trotar por zonas solitarias. Pero no todos saben qué hacer y cómo repeler en algún momento un ataque sorpresivo.

Esto es algo que toda persona, de cualquier edad, sexo y condición física debería conocer. Afortunadamente existen muchas artes marciales y técnicas básicas y fáciles de poner en práctica para disuadir a un atacante o mejor aún, huir y pedir auxilio. 

Aprende defensa personal

El objetivo de aprender técnicas de defensa personal es principalmente, librarte de un ataque y favorecer tu escape. No se trata de jugar a ser un héroe o heroína,  ni poner en riesgo tu vida ni la de otras personas inocentes.

Sigue estos consejos para iniciarte y perfeccionar tus estrategias defensivas:

  • Inscríbete en una clase. Aprende defensa personal como debe ser. Practica los movimientos claves de ataque y escape con la guía de un instructor o maestro entrenado. 
  • Si ya entrenas, aprende técnicas. Puedes ir a clases de artes marciales o practicar deportes de combate, pero aun así no dominar las técnicas claves y algunas llaves de defensa personal. Pídele a tu instructor que te asesore en esto.
  • Conoce tus partes más duras. Existen muchos cursos online que te dicen qué debes hacer, pero no aprenderás solo viendo. Debes practicar para saber usar tus rodillas, codos, piernas, puños. Inscríbete en una clase presencial.
  • Calcula tus distancias. Las patadas tienen mayor efecto en distancias largas y las rodillas y puños son más efectivas en distancias medias. Cuando el agresor está encima de ti, los codos son de ayuda por su extremo duro.
  • Práctica golpes en áreas definidas. La garganta, el mentón, las orejas, los genitales y el plexo solar deben ser tu objetivo para evadirte rápidamente de un atacante. Un golpe seco en los oídos con las palmas abiertas o un rodillazo en el estómago te darán tiempo. Igual que un buen pisotón.

Habilidades que te ayudarán 

Es importante que conozcas la fuerza y debilidades de tu cuerpo. Por ello, aprende defensa personal con ayuda de artes marciales como el karate, jiu-jitsu o Krav Magá.

Las artes de combate pueden enseñarte a modular tu fuerza y salirte de una situación peligrosa sin tanto esfuerzo. 

Otra ventaja de las artes de defensa personal, marciales o de lucha (como el boxeo) es que mejora tu visión periférica, para que al momento del ataque, no pierdas atención a lo que está a tu alrededor. 

Otras técnicas pueden incluir el uso de llaves o un parasol. Coloca tus llaves entre los dedos y verás que podrás usarla como una manopla para infligir dolor y pedir socorro. 

Existen otras maneras de zafarse:

  • Golpea la garganta o los ojos si tratan de agarrarte por el cuello.
  • Pisotea muy fuerte uno de los pies de tu atacante te cogen por la espalda.
  • Propina un rodillazo si se abalanzan sobre ti.
  • Toma el pelo del atacante, tira hacia abajo y aséstale un rodillazo a la cara.
  • Patea su rodilla en dirección contraria.

Ahora, anímate y aprende defensa personal. No hay limitaciones, pues el objetivo es sacar partido de tus habilidades y fortalezas, mientras minimizas tus debilidades. 

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