Seguridad, autoestima y autonomía pueden ser algunas de las razones para que una mujer se decida a aprender técnicas de defensa personal femenina. Existen muchas otras razones que seguramente no has pensado y de ellas te hablaremos en este artículo. 

Primero que todo, debes saber que las estadísticas no mienten. En términos generales, 1 de cada 3 mujeres en el mundo suele ser objeto de agresiones físicas. Así que saber algo de defensa personal bien pudiera cambiar el desenlace de muchos de estos ataques.

Estas son 6 razones que toda mujer debe tener en cuenta para decidirse y aprender seriamente defensa personal. 

1. Mejora tu percepción y aleja tus temores 

Ir a unas lecciones regulares en el tatami te ayudarán a mejorar tu percepción de lo que sucede a tu alrededor. Notarás que te brindará estrategias que puedes extrapolar para lidiar con situaciones cotidianas y estresantes. 

Tu mente estará más calmada, aprenderás a controlar la ansiedad y el miedo, y se despertarán tus sentidos. Sabrás cómo hacer ejercicios de respiración para bajar el nerviosismo y los temores, junto con tácticas para moverte con seguridad y equilibrio. 

2. La defensa personal femenina te da confianza  

Es innegable los beneficios de la defensa personal femenina para hacerte sentir una persona con mayor independencia y autonomía. Es un entrenamiento y un deporte que modula tu mente y tu cuerpo, y te anima a superarte y ver tu fuerza interior. 

No importa si eres de estatura pequeña, de tamaño promedio o mucho más alta. Tampoco el peso es un obstáculo para aprender métodos de autodefensa o de evasión ante un ataque.  Ganarás confianza al conocer mejor tus fortalezas.,

3. Aprenderás a ser más disciplinada  

No es necesario ser una víctima para tomar conciencia que un entrenamiento oportuno y disciplinado de defensa personal femenina podría no solo proveerte de tácticas de autocontrol, sino que en muchos casos podrían salvarte la vida.

Al igual que cualquier otro deporte, te motiva a través del logro de tus objetivos. Responder con velocidad y astucia a los ataques sorpresivos te hará ser una persona más organizada para no perder tus lecciones, prácticas y avances. 

4. Despejará tu mente y te divertirás  

Aprender defensa personal femenina es una herramienta antiestrés y liberadora muy efectiva. Si el trabajo, los estudios, las obligaciones y los quehaceres de la casa te tienen de cabeza, practicar un arte marcial defensivo te ayudará a despejar tu mente.  

Descargarás adrenalina al compartir con otros compañeros que como tú buscan una disciplina emocionante. ¿Recuerdas cuando jugabas de pequeña a la guerra de almohadas? Esto es igual de divertido y desestresante

5. Disfrutarás del trabajo en equipo

Lo que nos encanta del arte de la defensa personal es que sus amerita mucho trabajo grupal. Alternarte en tus lecciones en los roles de atacante o de víctima resultan muy positivas para saber cómo actuar ante situaciones imaginarias en un ambiente seguro.

Y mientras esto ocurre, enriqueces valores que están dentro de ti como lo son el mutuo respeto y el compañerismo. Esto es algo que aprenderás desde el minuto O: a controlar tu fuerza y ser gentil en tus movimientos. Y sí, ganarás nuevos amigos.

6. Aprenderás tácticas útiles

No es necesario que te conviertas en un as de las artes marciales para moverte con propiedad y aplicar inmovilizaciones, derribos o llaves. Desde la lección número 1 saldrás con conocimientos aplicables para zafarte de un agresor y dominar tus miedos. 

En poco tiempo verás cómo progresas de forma satisfactoria sin esperar años a lograr tus objetivos.  Como puedes ver, son muchas las ventajas. ¿Te unes? 

 

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