El kata no es más que la culminación de una lección de defensa personal previamente aprendida, y esto es gracias al HAPV, un método de enseñanza que ha resultado ser efectivo en lo que a artes marciales se refiere. 

Las artes marciales van más allá de pararse en un tatami a desarrollar una serie de movimientos y golpes, para llegar a ese punto se requiere de una comprensión a fondo que explique el por qué de cada una de las técnicas que en este se ejecutan. 

Es aquí donde los Actos Habituales de Violencia Física (HAPV) juegan un papel fundamental, a pesar de que su nombre nos haga pensar únicamente en temas de violencia, su concepto involucra más elementos que con gusto aquí te explicaremos.

El origen de HAPV

Este tema fue promovido por Patrick McCarthy, un profesor de artes marciales quien estudió de las principales formas de violencia física ejecutadas por hombres a comienzos del siglo XX, y desarrolló una técnica de aprendizaje orientada a comprenderlas para desarrollar prácticas de defensa acordes. 

Diseñó así un método de enseñanza basado en 36 formas de violencia física y 72 variaciones, para un total de 108 escenarios posibles que se prestan para recrear un escenario de violencia que permita el desarrollo de un plan de entrenamiento adecuado en el que se entienda el funcionamiento,  fortalezas y estrategias de acción.

Acerca del método de enseñanza

Considerando que el Karate es una técnica de defensa personal en el que se enfrentan dos personas a manos vacías, McCarthy diseña esta clasificación con técnicas de agarre, de impacto, y una combinación de ambas estrategias.

La idea es que cada participante, entienda el funcionamiento y aplicación de cada una de estas técnicas, para luego ir desarrollando herramientas que permitan utilizarlas de manera adecuada según el contexto que se les presente. 

Todo ello es llevado a la práctica mediante ejercicios en pareja, en los cuales se recrea un acto de violencia, y a medida que el estudiante va aumentando sus conocimientos y destrezas, se va incrementando la dificultad hacía escenas más complicadas de violencia física.

Este método de entrenamiento fomenta el desarrollo de habilidades funcionales en cada uno de los participantes y proporciona resultados eficientes.

Algunos actos habituales de violencia física

Partiendo de la premisa de que el cuerpo humano se comporta de la misma manera frente a un acto de violencia, puede considerarse al kata como un punto de encuentro en el amplio mundo de los estilos de karate. Por ello el listado que engloba los actos habituales de violencia física es común para todos. 

A continuación enumeramos los principales HAPV que de deben incluir en un kata:

  • Patadas directas.
  • Puños directos.
  • Patadas desde dirección angular.
  • Puños circulares.

Claramente, estos constituyen los básicos de cualquier karateka, y a medida que su práctica evoluciona, puede ir desarrollando herramientas para ejecutar ataques más avanzados como agarres de muñeca, estrangulamiento, o luxaciones.

Todo sistema de defensa personal debe basar su entrenamiento en HAPV, ya que estos incrementan las posibilidades de poder enfrentarse adecuadamente a una agresión física y reaccionar en cuestión, ya sea en una competencia deportiva, o ante un ataque o agresión en la vida real.

Pin It on Pinterest