Los estudiantes de karate avanzan en niveles de acuerdo con las habilidades que van desarrollando, y demuestran el progreso con el color de su cinturón.  A pesar de que hay varios estilos de karate y las políticas en la clasificación varían de acuerdo con sus normativas, hay unas premisas que se mantienen y que aquí te contaremos. 

Avance en el karate de acuerdo con los cinturones

Los sistemas japoneses  poseen dos clases de grado: 

Kyu: expresan el rango que van atravesando los karatecas que se están iniciando en el mundo (Mudansha), y se clasifica por colores. Actualmente hay diez grados que comienzan en orden descendente, con el 10º kyu como el nivel más bajo y el 1er el más alto del grupo de los principiantes.

Los grados son mostrados por colores en torno a la pureza del participante, comenzando con el color blanco y oscureciendo a medida que se adentran en el mundo del conocimiento. Los colores son: 

  • Blanco
  • Amarillo
  • Naranja
  • Verde
  • Azul
  • Marrón

Algunas escuelas han incorporado colores como el violeta, rojo  o celeste, o cinturones duales, para diferenciar algunos rangos que llevan el mismo color, y de esta manera identificar visualmente el avance real de cada karateca en cuanto a niveles y cinturones se refiere. 

Dan: una vez el karateca alcanza el anhelado color negro, su entrenamiento continúa dentro de niveles más avanzados, denominados Yudansha. La palabra Dan significa grado, y está conformado por los grados que se continúan escalando conforme se va avanzando.  De la misma manera que con los Kyu, hay diez peldaños Dan, y a diferencia se enumeran de manera ascendente, comenzando por el número 1.

El ascenso en niveles de karate

Generalmente los peldaños se ascienden de manera consecutiva, de acuerdo con el orden previamente establecido, y a medida que el participante va desarrollando destreza, fuerza y motricidad en un proceso personal que involucra práctica constante.

Expertos indican que el cinturón negro no constituye el nivel más avanzado del karate, sino el comienzo del aprendizaje. Esta teoría considera que ya el practicante con cinturón negro cuenta con las habilidades y conocimientos mínimos para desarrollarse como karateca, y a partir de ahí comienza su aprendizaje, el cual es para toda la vida. 

Los primeros cinco peldaños de Dan son alcanzados con práctica y entrenamiento constante, mientras que los últimos cinco son otorgados como mérito a la trayectoria, o por la dedicación a determinadas actividades de índole administrativo o político. Al respecto hay quienes han obtenido estos últimos niveles de 9º y 10º  Dan como homenajes póstumos luego de su fallecimiento.

El objetivo de los cinturones es aportar un reconocimiento por nivel alcanzado, sin embargo la esencia del karate va más allá de un cinturón, constituye un estilo de vida. Los cinturones entonces no representan más que un aliciente y reconocimiento al esfuerzo personal de cada karateca. 

Sin embargo, no pueden ser considerados como punto de comparación para evaluar el aprendizaje adquirido, ya que el karate es un estilo de vida, un camino hacia la superación y cada persona va evolucionando de manera independiente. 

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