El Krav Magá es un mecanismo de defensa personal que está en boga y que resulta apropiado para utilizar como método de entrenamiento. Sabemos que con su práctica se adquieren conocimientos para defenderse de forma certera de un ataque, y que además, se mantiene el cuerpo en óptima condición, pero en realidad muchos no conocemos qué hay más allá de esta disciplina.
Por ello te damos una pequeña introducción para que te empapes del asunto, con seguridad terminarás con ganas de apuntarte para tomar unas clases.
¿Qué es el Krav Magá?
Etimológicamente proviene del hebreo “Krav”, que significa combate, y “Magá” que significa contacto. Se trata entonces de una forma de combate de contacto o cuerpo a cuerpo, que puede utilizarse con o sin armas, y que incluye desde técnicas de desarme hasta enfrentamientos contra varios atacantes.
Sus orígenes se remontan a los años 30 en Checoslovaquia, cuando se comienza a impartir esta técnica a los miembros de un ejército judío que se mantenía en la clandestinidad, y que poco a poco fue siendo adoptado por el Estado de Israel como herramienta de combate por sus organismos de seguridad y defensa.
A medida que fue pasando el tiempo, el Krav Magá fue incluido como entrenamiento a civiles para ser utilizado como mecanismo de defensa personal, y su aceptación se ha ido expandiendo a sitios como Norteamérica y Europa.
El sistema como tal fue creado por Imi Lichtenfeld, un boxeador de origen israelí que quiso unir las principales características de prácticas como lucha olímpica, boxeo y gimnasia para desarrollar un sistema de autodefensa que sin distingo de edad o sexo resultara apropiado para salir ileso de cualquier situación de peligro.
Básicamente con el Krav Magá se aprende a defenderse de diversos tipos de ataques, y se desarrollan estrategias que ayudarán a atacar rápidamente, con la mayor fuerza posible, con ataques cortos y con técnicas que resulten naturales acorde con cada situación.
El Krav maga y su adaptación al mundo moderno
Es de resaltar que la finalidad del Krav Magá más allá de salir victorioso de un combate, es salir con vida, de ahí que su entrenamiento incluya técnicas para atacar realmente al oponente, las que hoy por hoy son consideradas antideportivas.
Actualmente, esta disciplina ha tenido gran aceptación, ya que quien lo practica está en la capacidad de defenderse de robos, secuestros, violaciones, o determinado tipo de coyuntura en la que su vida corra peligro, y de las que lamentablemente nadie está exento.
Incluye además entrenamientos en calle o sitios públicos para que el estudiante sepa cómo actuar y de qué instrumentos hacerse y su modo de uso, para defenderse o desarmar al oponente. Es perfecto para mujeres, quienes por su condición física muchas veces se encuentran en desventaja frente a hombres que las quieran agredir, pudiendo salir airosas de cualquier situación.
Este sistema se entrena a su vez en disciplina, voluntad y control de emociones, fortalezas mentales que se van desarrollando y que resultan claves no solo para lograr resultados efectivos, sino para aplicar como parte del día a día en otras situaciones.