Todo deportista requiere de una alimentación balanceada para garantizar su rendimiento durante la actividad física y mantener un estado de salud óptimo. Dependiendo de cada disciplina los requerimientos nutricionales suelen variar, es así como podemos conseguir distintos tipos de dieta para cada deportista. 

Los practicantes de artes marciales no están exentos de esta situación, de hecho, lo desgastante de su actividad puede requerir incluso de dietas más estrictas. Si estás interesado en entrar en este apasionante mundo, aquí te explicaremos en qué consiste la alimentación de un artista marcial. 

La alimentación en las artes marciales

Las artes marciales abarcan todo un mundo de disciplinas, muchas de ellas muy distintas entre sí, pero tienen en común la necesidad de mantener la agilidad y flexibilidad a la hora de competir.

Las competencias de artes marciales generalmente destacan por clasificarse de acuerdo con el peso del competidor para hacer del combate una práctica justa. Por ello, la alimentación influye en los deportistas a la hora de querer formar parte de determinadas categorías de peso.

Como consecuencia, los deportistas pueden exponerse a prácticas alimentarias inadecuadas en las que buscan bajar de peso rápidamente; lo que se traduce en una disminución de sus reservas energéticas y rendimiento durante la competición.  

A fin de evitar la realización de prácticas peligrosas para la salud del practicante de karate, judo o taekondo, deben evitarse las fluctuaciones de peso y fomentarse su ganancia o pérdida con una dieta adecuada que les proporcione un mejor rendimiento, potencie su fuerza, incremente su velocidad durante el entrenamiento, y acelere su recuperación muscular y física posterior al mismo. 

Recomendaciones en la alimentación

Ya sabemos que cada practicante de artes marciales requiere de un régimen alimenticio especial de acuerdo con sus necesidades y condición física, sin embargo en líneas generales los nutricionistas suelen recomendar: 

  • Un consumo de carbohidratos complejos adecuado según peso, que aportan micronutrientes y fibras necesarios para proporcionar energía, sin aletargar el organismo.
  • Evitar el consumo de azúcar refinada, ya que lejos de aportar nutrición se transforman en grasa, y aceleran el deterioro de los tejidos.
  • Alimentos con alto contenido proteico, para la reparación y el desarrollo muscular, con dosis adicionales en quienes compiten en disciplinas que requieran de mayor peso y masa muscular como el jiu-jitsu. 
  • Adecuadas porciones de lípidos que fomenten la energía del organismo, en especial ante prácticas prolongadas en tiempo.
  • Vitaminas y minerales, vitales para el funcionamiento óptimo del organismo.
  • Adecuar las ingestas a 4 a 5 veces al día, para acelerar la actividad metabólica.

Con relación a la fuente de los alimentos, la variedad es válida, algunos artistas marciales prefieren productos como el arroz y proteínas derivadas de la soya, a fin de mantener un equilibrio físico y espiritual. De la misma manera, hay quienes se apoyan en suplementos alimenticios para recibir los nutrientes que garanticen prácticas deportivas exitosas.

La premisa se mantiene, al igual que en toda actividad deportiva, para la práctica de artes marciales es necesario el consumo de alimentos en cantidad y calidad. Y para ello es básico el apoyo de un especialista en nutrición que proporcione las herramientas e indicaciones adecuadas al caso. 

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