En ciertos momentos de la historia, se han registrado hechos que han marcado a la humanidad y se sabe que las artes marciales han tenido un impacto notable en la configuración de los eventos. Seguidamente te mostramos 3 momentos en que las artes marciales ayudaron a moldear la historia.
Bodhidharma y la evolución del Kung Fu – 527 d. C.
China había desarrollado sus propias artes marciales, pero era una forma militar utilizada para el combate. No fue hasta la influencia de un indio, Bodhidharma, que las artes marciales chinas evolucionaron hasta convertirse en el Kung Fu que vemos hoy, una práctica más holística que entrena el cuerpo y la mente.
India tenía una forma de artes marciales llamada Kalaripayattu que implicaba agilidad, aptitud y uso inteligente de la energía del cuerpo. Un monje budista llamado Bodhidharma introdujo este estilo de lucha en China cuando viajó allí para difundir la filosofía del budismo.
Cuando finalmente se fue a vivir con los monjes Shaolin, descubrió que carecían de salud física y resistencia, por lo que comenzó a enseñarles Kalaripayattu. Esta disciplina evolucionó con el tiempo y se convirtió en Shaolin Kung Fu.
Bodhidharma ayudó a fortalecer el concepto de las artes marciales como una práctica espiritual, así como una disciplina de lucha y autodefensa. Hizo hincapié en las técnicas de respiración y el cultivo de bioenergía (ki en Kárate), combinó la meditación con el entrenamiento físico y, finalmente, también se convirtió en el fundador del budismo zen.
La contribución de Bodhidharma a la historia se ve en la elevación de las artes marciales a una práctica física y espiritual que es aceptada en todas las clases de la sociedad en China y el mundo.
Gichin Funakoshi y el Kárate – 1917
Las artes marciales de China influyeron en los japoneses, quienes también desarrollaron sus propias técnicas de lucha y defensa personal. El Kárate es originario de Okinawa, una cadena de islas entre China y Japón, que en ese entonces eran un reino separado.
Durante más de un siglo, a partir de 1477, las armas fueron prohibidas en Okinawa. Esto hizo que el Kárate primitivo pasara a la clandestinidad y reforzó el deseo de que el arte se mantuviera y preservara. En 1875, los japoneses se apoderaron de Okinawa y la convirtieron en parte de Japón. Después de eso, se permitió que estas formas originales de Kárate florecieran.
En 1917, Gichin Funakoshi, oriundo de Okinawa, demostró las técnicas del Kárate en un combate contra un experto japonés en artes marciales, y ganó. Funakoshi se quedó en Japón para enseñar y difundir el Kárate al pueblo japonés.
Similar al Kung Fu, el Kárate tiene un componente espiritual subyacente. Funakoshi creó su propia forma de Kárate, llamada Karate-Do, y la consideraba una «educación para la vida misma». En definitiva, la relación abierta y pacífica entre Okinawa y Japón floreció en gran medida gracias al intercambio del Kárate.
Bruce Lee y el Jeet Kun Do – Década de 1960
Aunque nació en San Francisco, Bruce Lee se crio en Hong Kong desde la edad de tres meses. Este gran artista es bien conocido en todo el mundo como un maestro de artes marciales cuya influencia provocó un cambio en la forma en que la gente ve la práctica.
Lee comenzó su formación en el arte de Kung Fu, y finalmente desarrolló el Jeet Kun Do, la cual con consideraba como un método o estilo de arte marcial, sino como un conjunto de principios para desarrollar la mente y el cuerpo. Tomó prestado de varios estilos de Kung Fu, Taekwondo e incorporó elementos de la lucha libre y el boxeo.
Los proyectos de cine y televisión en que participó Bruce Lee popularizaron las artes marciales en todo el mundo. Desarrolló el popular programa de televisión estadounidense “Kung Fu”, un espectáculo que tuvo una gran influencia en la comprensión de las artes marciales en los Estados Unidos.
Esta fue la primera vez que muchas personas se dieron cuenta de que la práctica tenía un componente espiritual y meditativo y que no existía para la lucha y la autodefensa.
A Bruce Lee se le puede atribuir la apertura del mundo de las artes marciales a la experimentación y el crecimiento. A través de sus películas de artes marciales, también ayudó a marcar el comienzo de una era de mayor comprensión de las artes marciales en todo el mundo.
Destacando las artes marciales
Bodhidharma, Gichin Funakoshi y Bruce Lee destacaron la importancia de las artes marciales e influyeron en la cultura mundial. Bodhidharma fue el fundador de Kung Fu y fortaleció el componente espiritual de las artes marciales chinas. Gichin Funakoshi refinó y popularizó el Kárate y contribuyó a las buenas relaciones entre Japón y Okinawa. Bruce Lee presentó la filosofía y las técnicas de las artes marciales a una audiencia global y aumentó nuestra comprensión de la filosofía que la acompaña.