¿Estás decidido a aprender defensa personal? ¡Buena decisión! Conocer métodos que te permitan defenderte de agresores y salir airoso de situaciones de riesgo que pueden darse en tu día a día, es la mejor forma de cuidar tu propia integridad.
Y para conseguir esto, tienes muchas técnicas por aprender. Pero una de las más importantes es cómo desarmar a un agresor, impidiendo que pueda lastimarte con su arma, sin importar qué tan pequeña o grande sea.
Así que en esta nota te comentamos sobre ciertas técnicas que te ayudarán. ¡Quédate leyendo, toma nota y comienza a practicarlas desde hoy!
Aprender defensa personal: prácticas para desarmar a un agresor
En tu camino a aprender a defenderte por ti mismo, debes considerar que tu agresor podría ir armado, o no. Sin embargo, lo más conveniente es que estés preparado para que sepas enfrentar situaciones de riesgo.
Para salir airoso, apóyate en estas tácticas que te permitirán neutralizar a tu oponente utilizando tu fuerza para ocasionarle daño o dolor:
Golpear sus puntos más débiles
AL momento de aprender defensa personal, una de las primeras cosas que conocerás serán los puntos débiles que solemos tener. Y, que al conocerlos, puedes utilizarlos a favor durante un enfrentamiento.
Los ojos, la garganta y el tabique nasal son algunos de los puntos más débiles del cuerpo. De modo que allí puedes golpear sin necesidad de usar mucha fuerza y, a cambio, le causarás mucho dolor a tu agresor. De hecho, también puedes ocasionarle la muerte. Por eso, debes ser muy cuidadoso cuando utilizas esta técnica.
Atacar sus articulaciones
Ninguna persona puede resistir un golpe en sus articulaciones. Estas, son las que permiten conservar el equilibrio y la estabilidad, así que atacar a tu agresor en las articulaciones es una buena técnica para desarmarlo de manera rápida.
Por lo que tendrás un par de segundos adicionales para neutralizarlo aún más. O, por el contrario, huir del lugar del ataque para salvaguardar tu integridad. Al igual que los puntos débiles, ten mucho cuidado de golpear estas zonas. Son tan delicadas que los efectos podrían ser mayores.
Golpear sus puntos de dolor
En tu entrenamiento para aprender defensa personal, debes conocer tu propio cuerpo para identificar cuáles son las áreas más débiles y los puntos de dolor de un ser humano. Esto te servirá para atacar a tu oponente justo en estas zonas, ya que en cualquier persona genera daño y dolor. Quizás en algunos más que en otros, pero sí afecta.
Entre los puntos de dolor está el cuello, la sien, el trapecio, los intercostales y los ganglios. Para ocasionar dolor es necesario que presiones estas áreas. De modo que esta técnica implica un acercamiento al agresor. Así que solo se recomienda cuando tu atacante te ha atrapado, o cuanto mantienen una distancia de cuerpo a cuerpo.
Si no puedes dominar a tu atacante, intenta insertar objetos entre tú y el arma ¿Preparado para aprender defensa personal?